Vitoria - En la medianoche del pasado viernes bajó el telón del mercado de invierno, un periodo en el que el Deportivo Alavés ha estado muy activo llevando a cabo cinco incorporaciones y otras tantas salidas y consiguiendo conservar a sus principales referencias sin sorpresas de última hora. Tras unos días de reposo, Sergio Fernández compareció ayer para analizar la situación en la que afronta El Glorioso el tramo definitivo de la temporada y realizó un balance satisfactorio de este intenso mes de enero. "Lo debemos valorar de manera positiva primero porque entendemos que con las llegadas hemos mejorado las posiciones y las posibilidades que podría tener el equipo para conseguir los objetivos que persigue y porque a nivel de carga salarial hemos sido capaces de equilibrar a nivel presupuestario el balance del equipo. Por lo que en líneas generales sabiendo lo imperfecto que es de por sí un mercado tan complejo como el de invierno estamos realmente satisfechos", explicó.

El director deportivo albiazul reconoció, eso sí, que era necesario acometer esta profunda remodelación porque en la primera fase del curso la escuadra de Asier Garitano había mostrado algunos síntomas preocupantes. "A mi lo que me gustaría es ver un equipo competitivo cada fin de semana, cada partido que disputa y ver dónde somos capaces de llegar con esa competitividad. Y mentiría si dijera que me ha provocado esas satisfacciones a lo largo de esta temporada. No puedo decir que este año haya visto reflejado en algunos partidos la imagen de lo que a mi me gustaría que fuera el Alavés. Pero creo que el hecho de que cada año tengamos que renovarnos de la manera que lo hacemos necesita de su tiempo, de su proceso, de su equilibrio... Hemos tenido un nuevo entrenador, con una nueva manera de pensar, nuevos jugadores y eso requiere su tiempo", argumentó.

Entrando en un análisis más detallado de lo sucedido durante el mercado invernal, el secretario técnico desveló que "no ha habido ofertas reales por nadie. Interés sí, pero teníamos claro que determinados jugadores solo remitiéndonos a la cláusula de rescisión saldrían de aquí". En este sentido, Sergio Fernández explicó también la decisión de encarar lo que resta de ejercicio con solo dos delanteros puros en la plantilla tras la salida de Guidetti al Hannover alemán.

"El periodo de competición que vamos a afrontar ahora realmente son tres meses y medio, cuatro a lo sumo, y entendíamos que meter al club en otro gasto a mayores teniendo los recursos y las posibilidades que esta plantilla nos ofrece no era tan necesario. Está claro que cuantos más recursos y posibilidades tengamos en la plantilla para los diferentes problemas que puedan ir surgiendo a lo largo del año son bienvenidos y nos hubiera venido bien un tercer delantero pero en este caso considerábamos que no era una prioridad absoluta", significó. Una decisión sobre la que, sin embargo, planea ahora una nueva amenaza. Y es que el nombre de Lucas Pérez ha vuelto a aparecer en el listado de posibles fichajes del Barcelona -que previsiblemente dispondrá ahora de un plazo extra para realizar una incorporación- como recambio del lesionado Dembélé. "No tengo miedo. Intento vivir con tranquilidad esa situación y espero que no haya sustos", deseó.

Por último, el director deportivo puso sobre la palestra varios nombres propios de la plantilla. El primero, el de Manu García, que cuenta en su contrato con una cláusula de renovación automática por un año en el caso de disputar un determinado número de partidos pero con el que se podría incluso establecer un diálogo más amplio. "Tenemos claro que nos gustaría que siguiese con nosotros muchísimo tiempo porque es un futbolista que ha demostrado que realmente es el ADN del Deportivo Alavés. A partir de ahí entran en juego muchas cuestiones tanto en el ámbito de la edad como en el contractual y llegado su momento lo abordaremos con la naturalidad y tranquilidad que corresponde pero estamos encantados de que Manu sea nuestro capitán y nuestro buque insignia", alabó.

Bien diferente es el caso de Aleix Vidal, al que el club ha tenido que tirar de las orejas por algunos de sus comportamientos. "No es cuestión de reprender. Todo el mundo tiene la capacidad para opinar lo que considere oportuno a riesgo de equivocarse. Y cuando uno se equivoca tiene que asumir las consecuencias. Todos tenemos que tener la madurez suficiente para saber cuáles son nuestras competencias y nuestras responsabilidades y solo hay una persona en esta organización que tiene la capacidad de cuestionar determinadas decisiones dentro del ámbito deportivo, que es el propietario. Los demás simplemente nos tenemos que limitar a hacer bien nuestro trabajo", espetó.