Vitoria - Los cimientos deben asentarse sobre una defensa sólida. Esta máxima que Asier Garitano expresó claramente el día de su llegada al Deportivo Alavés y que se ha podido escuchar de su propia boca, con unas u otras palabras, a lo largo de todo el curso está lejos de convertirse en una realidad permanente para el equipo albiazul. De ahí la inestabilidad de sus resultados, incapaz de encadenar buenas series durante unas cuantas jornadas, y si situación apurada en la clasificación, siempre con los dos ojos puestos en lo que pasa por debajo de su posición aunque las llamas del infierno no hayan alcanzado a quemarle en ningún momento hasta la fecha. Los 31 goles que ha encajado hasta la fecha sitúan al Glorioso como el sexto peor de Primera División en este apartado, una cifra con la que iguala su peor registro en este apartado estadístico en las cuatro campañas que suponen su actual andadura en la élite del fútbol estatal.

La situación actual está lejos del dramatismo de la temporada 2017-18, cuando con veintiún jornadas disputadas el cuadro albiazul había encajado también 31 goles. Eso si, tras su calamitoso arranque de curso, a estas mismas alturas de competición ya había conseguido abandonar la zona de descenso, que ya no volvería a pisar de nuevo.

Como de todos es sabido, la llegada de Abelardo Fernández al banquillo fue mano de santo en cuanto a los resultados, pero, sobre todo, dotó al equipo de una seguridad defensiva de la que había carecido por completo hasta entonces. Encajó siete goles en los cuatro partidos de Luis Zubeldía (una media de 1,75), tres durante la interinidad de dos encuentros de Javi Cabello (promedia de 1,5) y doce durante los siete compromisos bajo la dirección de Gianni De Biasi (media de 1,7, dejando por primera vez en todo el curso la portería a cero, además en dos encuentros que se saldaron con las dos primeras victorias). En sus ocho primeros encuentros al frente del equipo, Abelardo recibió nueve tantos en contra (rebajando la media a 1,1 por partido) y sumó cuatro victorias, dejando la portería a cero hasta en cuatro ocasiones.

El registro global con Garitano se va hasta los 1,48 goles encajados por partido, la misma media que en dicha campaña que con tanto sufrimiento empezó. Muy lejos de los registros que a estas mismas alturas de curso se firmaban con Abelardo en la temporada 2018-19 (24 tantos recibidos para un promedio de 1,14 por partido) y más aún de los que de la mano de Mauricio Pellegrino se lograron en el curso 2016-17, cuando en veintiún jornadas el Alavés solo había recibido 22 goles, presentaba una media de 1,04 por partido y era el quinto mejor equipo de toda la Primera División en este aspecto.

El que más sin encajar Siendo la actual, junto a la del 2017-18, la versión más goleada del Alavés durante su actual periplo en la élite, llama la atención que Garitano presente el mejor registro de partidos sin encajar un tanto en este periplo. En siete encuentros, un tercio de los que se han disputado, se ha mantenido el portero albiazul imbatido. Por encima de los seis de la etapa de Pellegrino, de la misma cantidad que sumaron después entre De Biasi y Abelardo y también de los cinco que El Pitu registró en la última campaña.

Esto habla bien a las claras de un equipo que es capaz de defender a la perfección en bastantes ocasiones, pero que en otras sufre tremendos desbarajustes en su sistema de contención. No en vano, los 31 goles en contra se han encajado en solo catorce partidos, lo que señala que la media en esos encuentros se va por encima de las 2,2 dianas recibidas. En dicha cifra tiene mucha incidencia el bajo rendimiento a domicilio (23 tantos en diez desplazamientos, una cifra que solo empeora el Mallorca, con cuatro encajados en Villarreal, Pamplona y Barcelona y tres en Donostia y Granada como cifras más abultadas), pero en las últimas fechas también ha crecido de manera significativa en Mendizorroza. En sus primeras siete comparecencias ante su parroquia, El Glorioso encajó solo dos goles -uno en las cinco primeras-, pero en las últimas cuatro ha recibido seis más. De dejar la portería a cero hasta en cinco ocasiones en el primer tramo a ser incapaz de conseguirlo ni en una sola ocasión en el segundo, en el que además ha tenido dos encuentros -ante Real Madrid y Villarreal- en los que ha recibido dos goles que han propiciado sendas derrotas, cuando antes solo había acumulado una.

Claro contraste Estos problemas para echar el candado a la portería propia contrastan con la mayor facilidad que el cuadro vitoriano está teniendo para perforar la meta de los rivales. Sus 22 dianas actuales suponen el mejor registro en la actual etapa, igualado con el que se firmó la pasada temporada. Por detrás quedan los 21 que se consiguieron con Pellegrino y más lejos aún los 17 de la campaña 2017-18.