vitoria - Suele decirse que segundas partes no son buenas pero el fichaje estrella -hasta el momento- del Deportivo Alavés este verano está dispuesto a convertir esta teoría en papel mojado. Tras asomarse al fútbol profesional por primera vez hace más de una década y en categoría juvenil de la mano de un inestable Glorioso, ahora un Lucas Pérez en plena madurez regresa a Vitoria con un claro objetivo marcado a fuego en su pensamiento. El “reto” de volver a reencontrarse con su mejor versión y recuperar el rendimiento que le llevó a ser traspasado a la Premier League hace tres temporadas a cambio de una importante cantidad de dinero. Su paso por el fútbol inglés, sin embargo, no ha sido ni mucho menos lo satisfactorio que le habría gustado y la llamada del Deportivo Alavés se ha convertido en el ansiado cabo al que se ha agarrado con la intensidad del naufrago que por fin atisba una posibilidad de regresar a la civilización.

Una situación que, sin duda, ha ayudado lo suyo a que la entidad de Mendizorroza pueda hacerse con los servicios de un futbolista que, en otras condiciones, habría sido casi inaccesible y al que tenía en su punto de mira desde hace tiempo. “Hoy es un día de enorme satisfacción para nosotros porque por fin se culminan muchísimos años de interés y casi persecución sobre Lucas. Además de un grandísimo profesional lo considero también un amigo y que haya apostado tan decididamente por nuestro proyecto me llena de satisfacción y alegría. Estoy seguro de que nos va a hacer crecer en lo profesional y en lo personal y que este vínculo nos va a permitir conseguir juntos grandes cosas y luchar por objetivos importantes”, destacó el director deportivo Sergio Fernández.

Una cálida bienvenida a la que correspondió el protagonista de la matinal reconociendo que se trataba de un “día especial” para él también. “Es un honor para mí regresar al club que apostó por mí hace ya muchos años y estoy muy contento de volver al Alavés y muy ilusionado con este proyecto, así que vamos a darlo todo para poder tener un buen año”, afirmó el coruñés.

En su primera comparecencia pública como albiazul, Pérez no rehuyó en ningún momento la responsabilidad de ser uno de los referentes del conjunto de Asier Garitano y se mostró dispuesto a ser “un referente y un jugador importante” dentro del grupo. Y es que tras una etapa en Inglaterra con menos protagonismo del que le habría gustado, el delantero gallego ansía volver a sentirse futbolista y ser de nuevo una pieza relevante, para lo que considera que el Alavés puede ser el mejor escenario posible. “Si no fuera ese mi objetivo no estaría aquí, estaría en otro sitio”, significó.

Cuestionado por los argumentos con los que le convenció El Glorioso para afrontar esta segunda etapa, Lucas dejó claras las claves que han hecho posible el reencuentro. “Lo que me ha gustado es que es un club humilde, familar, que es lo que me trajo aquí también la primera vez que vine, y que está apostando por el crecimiento en todos los ámbitos. Lo que me ha hecho venir es la confianza, la apuesta por mí y el hambre que tengo de que se vuelva a ver al Lucas del Dépor que me llevó en su día a la Premier”, argumentó. En este sentido desveló que se comprometió con el Alavés antes incluso de que se abriera el periodo de fichajes y que recibió una llamada de Asier Garitano transmitiéndole su confianza. “Lo principal en un jugador es que confíen y apuesten por él, yo he pasado en Inglaterra de hacer un hat-trick a luego no contar para el entrenador y por eso no quise esperar a otras ofertas”, relató.

El jugador gallego destacó también que la situación institucional del club del Paseo de Cervantes es ahora bien diferente a cuando pasó por él hace más de una década. “Vine cuando Piterman era presidente y aquello era una guerra tras otra. Ahora está más estabilizado y está todo más tranquilo”, celebró un Lucas Pérez que, aunque apuntó que se puede adaptar a varias posiciones en el terreno de juego, reconoció que donde se encuentra más a gusto es como delantero centro de referencia. Un puesto en el que el Deportivo Alavés ha probado a varios jugadores desde su regreso a Primera sin que ninguno haya logrado grandes cifras realizadoras debido a la escasa producción ofensiva del equipo. Unos precedentes que no intimidan al gallego. “Para nada supone una presión para mí, lo veo como un reto. Soy delantero y evidentemente me gusta hacer goles y ayudar al equipo pero principalmente lo que tenemos que hacer es sacar los partidos adelante y da igual que marque yo u otro compañero. Lo importante es que el equipo sume puntos y tratar de mejorar los resultados de la última temporada”, valoró.

En este sentido el ariete coruñés eludió marcar una meta concreta para el ejercicio que arrancará en poco más de un mes pero sí lanzó una cuestión al aire. “No quiero marcarme ningún objetivo. El del club de momento es la permanencia pero yo no me quiero quedar en eso. El año pasado el Alavés estuvo a punto de clasificarse para Europa, ¿por qué no puede soñarse con algo así...?”, precisó.

Por último Lucas desveló uno de los pocos sueños que le restan por cumplir dentro del mundo del fútbol y que tratará de conseguir defendiendo la elástica del Glorioso. “Desde pequeño tengo la ilusión de jugar con la selección española y no voy a renunciar nunca a la posibilidad de intentar conseguirlo”, aseguró.

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Ese será el número que lucirá Lucas Pérez en la espalda cuando arranque de manera oficial su segunda etapa en el Alavés tras haber pasado por la entidad de Mendizorroza hace más de una década en categoría juvenil.