Vitoria - Hasta que se produzco la salida de Ibai Gómez, el Deportivo Alavés tenía claro que al mercado invernal iba a acudir solo en busca de complementos y pensando en el futuro, una idea que cambió con la marcha del bilbaíno rumbo al Athletic. Entonces, en la dirección deportiva se pusieron en marcha los engranajes para buscar un futbolista de peso que cubriese semejante agujero en los planes de Abelardo y el elegido ha sido Takashi Inui. No obstante, los planes de los responsables de la parcela futbolística no se frenan ya solo en la incorporación del extremo japonés, ya que en las últimas jornadas se ha evidenciado que este equipo necesita un fondo de armario bastante mayor si, como desde la cúpula del club se pretende, se quiere competir por estar en Europa la próxima temporada.
La resolución de la operación que llevará a Inui de Sevilla a Vitoria es solo cuestión de tiempo, ya que el acuerdo entre las tres partes se encuentra ya totalmente cerrado con una cesión hasta el final del curso que incluirá una opción de compra. La Copa Asia se ha interpuesto en los intereses de un Alavés que ayer giraba sus ojos hacia Emiratos Árabes Unidos, donde Japón disputaba su eliminatoria de octavos de final. Los nipones, sin presencia del que en breve será nuevo jugador albiazul, se impusieron a Arabia Saudí (1-0) y avanzaron a cuartos, donde el jueves les espera Vietnam (14.00 horas). En esta tesitura, la presencia del futbolista en el duelo del lunes contra el Rayo Vallecano es ya prácticamente imposible y la eliminación inmediata de su selección en la siguiente ronda solo le permitiría llegar a tiempo para la visita del domingo 3 de febrero al Real Madrid, opción que sería altamente improbable en el caso del pase a semifinales -se juega el lunes 28- e imposible si llega al partido por el título del 1 de febrero.
Inui es una necesidad perentoria, pero no la única que tiene una plantilla que ha quedado con las carencias al descubierto en cuanto han aparecido los primeros contratiempos.
Precisamente, uno de los puestos en los que ya con anterioridad trabajaba la dirección deportiva era el de extremo. Ibai Gómez y Jony no contaban con relevos de plenas garantías en el equipo, como se ha evidenciado en los últimos encuentros ante Girona y Getafe. La opción de emergencia para el costado derecho ha sido un delantero como Rubén Sobrino que no se ha encontrado nada cómodo en esa zona, mientras que en la izquierda el relevo lo ha dado un Burgui que hasta ahora contaba solo con minutos sueltos. El otro futbolista específico de banda, Patrick Twumasi, ni siquiera cuenta con la confianza de Abelardo para ser titular. Más claro no pudo ser el técnico gijonés en este sentido el pasado jueves, cuando señaló que el ghanés no juega más -suma 37 minutos en Liga y 17 los disfrutó en el Coliseum tras estar en blanco desde septiembre y apenas jugar tampoco en Copa- porque no lo ve preparado para hacerlo.
Pendiente de las salidas Hay situaciones perentorias en la configuración de la plantilla, mientras que hay otras que dependen de otros aspectos. El principal de ellos, las salidas que se buscan en este mercado invernal y que también se pretenden cubrir en el caso de que se produzcan. El de Twumasi es uno de los casos, pero no el único. El club también le está buscando acomodo a Dani Torres y John Guidetti. De llegar ofertas interesantes por el mediocentro colombiano o el delantero sueco, también se acudiría al mercado para buscar refuerzos en esas posiciones. Otra marcha deseada, aunque por otras circunstancias, es la de Adrián Diéguez, aunque aquí la baja se cubriría con el regreso del ahora lesionado Rodrigo Ely, ya en la fase final de la recuperación de su lesión de rodilla y que podría volver a jugar entre finales de febrero y principios de marzo si todo va bien.
La preocupación del club con estos jugadores viene ya de lejos, pero ahora han surgido nuevas dudas, principalmente en el lateral izquierdo. Rubén Duarte se ha convertido en el titular indiscutible sin competencia alguna y, de momento, con Adrián Marín no se ha conseguido tapar el agujero que la pasada campaña se generó con la lesión de larga duración de Héctor Hernández. En parecida tesitura se encuentra en estos momentos el jugador llegado del Villarreal, que ha ido encadenando distintos problemas físicos que le han impedido y disputarle el puesto a un Duarte que no atraviesa por su mejor momento y se estudia la opción de sumar un nuevo elemento en esa zona que pueda doblar como extremo o que permita adelantar unos metros en el carril a Adrián Marín.