El Deportivo Alavés sufrió ayer una de esas derrotas que entran dentro de los parámetros normales de cualquier club humilde de los que habitan en Primera División, pero, pese a dicho tropiezo, sus registros en el arranque de la segunda vuelta son sobresalientes y contrastan sobremanera con la penosa racha que protagonizó el cuadro albiazul en esta misma serie de seis partidos en el arranque de la temporada. Los diez puntos cosechados en este inicio de la segunda vuelta (victorias ante Celta, Villarreal y Deportivo; empate ante el Leganés; y derrotas frente a Barcelona y Real Madrid) suponen un registro descomunal que lo es aún más si se comparan con el cero que aparecía en el casillero de puntos de El Glorioso tras la visita del equipo blanco a Mendizorroza allá por el mes de septiembre.

Lo increíble de toda esta campaña es que el Alavés se encuentre en su actual situación de tranquilidad, siempre relativa cuando se habla de fútbol y no se han alcanzado los objetivos, después de haber firmado semejante despropósito en el arranque del curso. Las seis derrotas consecutivas que el equipo vitoriano firmó por aquel entonces, unidas a los despropósitos que todavía hubieron de llegar después, deberían haber supuesto prácticamente el fracaso de este proyecto. Solo la magnitud de la reacción protagonizada desde la llegada de Abelardo explica que este Alavés no sea carne de descenso.

El arranque de la segunda vuelta ha sido todo lo contrario en cuanto a resultados que el inicio de la nueva temporada. Aunque, justo es reconocerlo, el equipo por entonces entrenado primero por Luis Zubeldía y, posteriormente, de manera interina por Javi Cabello no fue tan rematadamente malo como para no haber merecido sumar ningún punto. El bucle catastrófico en el que se metió resultó letal entonces, ya que todo lo que salía mal incluso empeoraba con el tiempo.

Como dato curioso, el cuadro alavesista no consiguió marcar ningún gol en sus cinco primeros compromisos ligueros y abrió su cuenta ante el Real Madrid. Una tendencia que ha variado en la segunda vuelta, ya que ayer se quedó en blanco tras haber marcado en los otros cinco partidos de este segundo giro.