Vitoria - Ganar al Barcelona. Solo tres palabras que componen una frase de una simpleza evidente, pero que suponen el gran jeroglífico del fútbol mundial en estos momentos. Más aún si a la misma se le añade como coletilla que esa victoria se tiene que producir en el Camp Nou. Así, lo que a todas luces se convierte en una empresa titánica, pasa a revelarse prácticamente como un imposible. Una cuestión solo al alcance de los más audaces, a los que se dice que sonríe la fortuna. Solo un equipo tocado por la varita mágica puede ser capaz de destronar en estos momentos al imperio blaugrana. Más aún en su inexpugnable feudo. Ahí se plantará esta noche el Deportivo Alavés. Y lo hará, de nuevo, con la intención de repetir el imposible que ya convirtió en una realidad la pasada campaña.

Puede jactarse El Glorioso de ser el último equipo que superó al Barcelona en el Camp Nou en la competición liguera. Desde el 10 de septiembre de 2016, solo la derrota ante el Real Madrid en la Supercopa de España y cinco empates -uno en Liga de Campeones y cuatro en Liga- afean la trayectoria de los culés en su coliseo. El equipo de Abelardo se desplazó ayer a la Ciudad Condal con la intención de finiquitar semejante registro de imbatibilidad y seguir siendo el último dinamitador de Can Barça, aunque con la fecha actualizada al 28 de enero de 2018.

Como los números se encargan de afirmar y el propio rendimiento del equipo de Ernesto Valverde se encarga de corroborar, el reto no es para nada sencillo. Lo más normal es salir de este partido con un varapalo importante en forma de goleada y sin la más mínima opción de competir. Pero el Alavés puede presumir de ser un equipo con un carácter que le hace diferente y que, salvo contadas excepciones, le hace dar siempre la cara allá por donde va.

La premisa de partida no puede ser otra que la de hacer lo máximo posible para presentar un perfil competitivo. A partir de ahí, ya se tienen que alinear una serie de factores externos e internos que hagan posible que el sueño se convierta en realidad. No dejan de ser tres puntos con los que nadie cuenta al principio de la temporada, pero casi siempre algún equipo acaba haciendo saltar la banca. Ya lo hizo el propio Alavés la pasada temporada y su aspiración no es otra que repetir semejante hazaña.

“Va a haber partidos mejores y peores, pero la idea de la verticalidad, de apretar, de estar juntos, atacar y defender todos es innegociable y eso lo tenemos que hacer siempre. Vamos a Barcelona a competir porque son tres puntos iguales que los demás y vamos a intentar ganar el partido”, señaló Abelardo, quien no dudó a la hora de asegurar que ve a Messi “en su mejor momento de siempre”.

El equipo albiazul tendrá que hacer gala de sus mejores armas y maximizar su efectividad hasta el extremo -más aún con un centro del campo en mantillas con las bajas de Pina, Manu y Torres que obligará a formar con Medrán y Wakaso de inicio- para tener alguna mínima opción de regresar a Vitoria con una recompensa que sería vital en su carrera hacia la permanencia. Todo lo que sea puntuar en el Camp Nou no haría más que redundar aún más positivamente en la trayectoria reciente de este colectivo, siempre hacia arriba, y, además, supondría seguir manejando una cómoda renta con el descenso a la espera de rivales más accesibles.