Vitoria - Ahora que la saga de La Guerra de las Galaxias vuelve a estar en el candelero, al Deportivo Alavés bien se le puede aplicar el título que abrió la serie, aunque en realidad sea el cuarto episodio dentro del serial, para explicar la situación con la que se ha ido de vacaciones. Una nueva esperanza se ha dibujado en el horizonte albiazul gracias a un mes de diciembre excepcional que coincide con la llegada al banquillo de un Abelardo Fernández que ha conseguido dar el golpe de timón que el equipo vitoriano necesitaba para enderezar el rumbo tras su desastroso arranque de curso. El Glorioso ha conseguido tres victorias en los cuatro partidos que ha dirigido el técnico asturiano, nueve puntos que le han permitido engancharse a una pelea por la permanencia de la que ya se encontraba descolgado y que sirven para mirar hacia adelante con una cierta sensación de optimismo justo cuando más negro se pintaba el futuro. De regalo anticipado de Olentzero, además, tras la derrota del Deportivo de La Coruña ante el Celta ayer el equipo se aseguró pasar estos días festivos fuera de los puestos de descenso, ya que vitorianos y coruñeses igualan a quince puntos pero el gol average general da ventaja a los primeros.

Dejando a un lado la clasificación, el equipo albiazul ha conseguido revertir la dramática tendencia que venía protagonizando desde el arranque de la temporada el pasado mes de agosto y ha acumulado en el último mes los puntos que le permiten seguir enganchado a la pelea por la permanencia justo en el momento que se encontraba ya al borde del desahucio.

El Glorioso ya es uno más en el grupo, todavía muy amplio, de los aspirante a permanecer la próxima temporada en Primera y ha conseguido recuperar el espacio que había perdido en ese arranque de curso en el que enlazó seis encuentros consecutivos sin puntuar. En un espacio temporal muy corto ha recortado seis puntos con respecto a la línea roja y también se ha acercado de manera considerable a algunos rivales directos que hace no tanto tiempo contaban con un buen colchón de seguridad a su favor.

Un estilo recuperado Este crecimiento experimentado por el cuadro vitoriano en las últimas jornadas es el que hace albergar optimismo para cuando la competición liguera reemprenda su marcha a la vuelta de las vacaciones navideñas. Abelardo ha conseguido implantar su ideario futbolístico en un tiempo récord para cimentar un equipo tremendamente competitivo que entronca a la perfección con el que venía siendo el estilo alavesista, independientemente de los entrenadores, en sus últimos y exitosos años de escalada constante en el balompié estatal.

Con el gijonés se han recuperado el sacrificio colectivo y la intensidad, dos factores fundamentales en el plano defensivo para que Fernando Pacheco haya echado de nuevo el candado a su portería. Tres tantos encajados en cuatro partidos, dos de ellos dejando la meta a cero y, lo más importante, concediendo muy pocas ocasiones a los rivales. Una mejoría aún más evidente en el otro lado del campo, con seis dianas en esos cuatro encuentros y un buen cúmulo de oportunidades generadas, aunque todavía queda por afinar bastante en la puntería para no sufrir tanto, siendo el partido ante el Málaga el más claro ejemplo.

El volantazo de Montilivi La increíble remontada en Girona cuando parecía que la temporada se iba ya por el desagüe supuso el punto de inflexión en el devenir de un equipo que esa noche en Montilivi evidenció que la adversidad no le iba a superar. El riesgo del desvanecimiento psicológico desapareció entonces y la victoria insufló unos renovados ánimos a un equipo que luego se soltó por completo ante el Las Palmas. La seriedad exhibida ante el Atlético supuso un crecimiento moral pese a no verse acompañada de puntos y el equipo supo sobreponerse también a una situación de máxima exigencia mental para superar al Málaga.

El parón navideño llega en el mejor momento del curso y, encima, fuera del descenso. Se han pasado momentos muy malos, aunque eso no quiere decir que el sufrimiento ya se haya terminado. Al menos, el Alavés ha alcanzado el período vacacional con sus esperanzas renovadas y al buen trabajo reciente sobre el césped hay que darle continuidad, tanto en el verde como en los despachos, para que la reacción de diciembre no se frene y a mediados de mayo se pueda hablar de una tercera campaña consecutiva con El Glorioso formando parte de la máxima categoría.