Al igual que el pasado viernes en su puesta de largo, de nuevo Abelardo tiró ayer de manual para analizar lo sucedido en el terreno de juego, morderse la lengua por el mal partido que hizo su equipo -y que no quiso reconocer- y pasar página cuanto antes para comenzar a preparar el duelo de este viernes ante el Las Palmas. “Creo que el primer tiempo ha sido de tanteo con dominio territorial del Girona pero donde hemos defendido bien, sobre todo en las acciones por las bandas. Nuestros laterales lo han hecho bien en ese sentido y sí que es cierto que me hubiese gustado enlazar más arriba, pero bueno. Y luego ya en la segunda mitad hemos sabido reaccionar tras los dos goles, sobre todo con el 2-1, que nos vino muy bien para creer. Luego ya los cambios nos han dado una mayor verticalidad y todo ha salido bien hoy. Esto es el fútbol”, abundó el preparador albiazul, que despejó a continuación las razones por las cuales Pedraza, el mejor hombre del partido en el poco tiempo que estuvo en el campo, no saltó desde el comienzo. “Los entrenadores siempre buscamos un revulsivo y esta vez ha salido bien, pero ni Pedraza ni Burgui no son la clave del triunfo porque todo el equipo ha estado a un buen nivel. Así que hay que celebrarlo con mesura, poco a poco, y mañana ya con la cabeza en las Palmas. Pero ganar así es una alegría tremenda. Hemos dado un pasito muy pequeño pero hay que seguir”, zanjó Abelardo.

Ibai y pina Por su parte, Ibai Gómez, el hombre del partido, se mostraba feliz a la conclusión de un partido imposible que, lo que es el fútbol, se solventó en el último segundo. Agonía en vena para cambiar la cara de un equipo que estaba muerto y que ahora ha vuelto a engancharse a la permanencia. “Ha sido increíble, increíble, nos hemos dejado el alma y hemos sacado el partido por corazón. Son tres puntos vitales para este equipo, que tiene que darlo todo siempre para ganar, pero lo vamos a conseguir. El jueves fue un punto de inflexión en la Copa y esto nos tine que dar confianza para el viernes ante el Las Palmas”. Su compañero Pina abundó en esta cuestión: “Nos lo merecíamos porque el club, el equipo y la afición necesitaban algo en lo que creer. Estábamos muertos pero no nos hemos rendido y ha sido una locora de final”.