Se cumplió el dicho de que a entrenador nuevo, victoria segura. A la séptima fue la vencida para un Deportivo Alavés que inauguró de la mejor manera posible la era De Biasi. El técnico italiano debutó con inmejorable pie al frente de un colectivo revitalizado en todos los sentidos. Como no podía ser de otra manera, la consecución de tres puntos de oro que rescatan de las catacumbas a un equipo hundido en el plano anímico dejaron un poso de indudable satisfacción en toda la expedición albiazul. Su máximo responsable, que parece haber dado con la tecla para edificar la reacción, ponderó el gran trabajo colectivo en el Ciutat de Valencia. “El Levante es un rival peligroso al que no se puede tomar a la ligera porque, en caso contrario, te mata. Hemos estado muy compactos en defensa y salimos bien al contragolpe cuando dejaban espacios a la espalda de la defensa. Lo que cuenta es el resultado y hemos ganado con justicia”, reconoció de entrada De Biasi.

El cambio de cara experimentado por el Alavés se dejó sentir en tierras levantinas. El transalpino evitó trasladar al exterior las claves de la resurrección de los babazorros. “Lo que se dice en el vestuario queda dentro, sino todos los sabrían. Hemos trabajado el aspecto de la motivación y la autoestima. Cuando uno está en un lío del que no sabe salir, la mejor cosa es jugar simple con la ayuda de todos. Los jugadores de banquillo me han gustado cuando saltaron al césped. Hoy -por ayer- empieza un nuevo viaje del Deportivo Alavés. El camino es largo, pero todo dependerá de cómo actuemos y nuestras ganas”, reflexionó.

De Biasi, que evitó referirse en todo momento a la negra etapa vivida por el club bajo la dirección de Luis Zubeldía, recalcó que su trabajo en estos días ha estado más orientado en elevar la moral de un vestuario con la autoestima por los suelos. “He encontrado jugadores con ganas de trabajar pero que estaban decepcionados. Está claro que los malos resultados te matan moralmente, pero necesitamos hacer las cosas bien y creer que todo puede ocurrir en la vida”, confirmó.

En tierras levantinas todo salió a pedir de boca. Portería a cero, orden defensivo, multitud de ocasiones ante la portería rival, buena aportación de los hombres de refresco... Pese a ello, De Biasi consideró que el Alavés posee mucho margen de mejora en las próximas semanas. “Pensamos que todo puede ir mejor. Necesitamos tener más confianza en nosotros mismos y mejorar en algunos aspectos tácticos como la salida con el balón sin miedo a perderlo”, valoró el preparador italiano, que lanzó un mensaje muy claro cuando fue cuestionado por la vuelta al equipo de jugadores anclados en el anonimato como Katai o Santos.

“He visto que ambos se han entrenado muy bien estos días. A la hora de hacer el once, siempre miro lo que los chicos hacen durante la semana. El campo es lo que determina. El fútbol es un juego democrático. No juega quien tiene más dinero, el más guapo o el más chulo, sino quien posee más ganas y el que muestra un 150% de compromiso. Esto es lo que más valoro de un futbolista”, subrayó a modo de conclusión un técnico que, de momento, ha insuflado aire fresco.