Vitoria - El estadio más bullicioso de todo el fútbol estatal se viste de gala esta tarde para volver a teñir con los colores azul y blanco una de esas celebraciones que en el Paseo de Cervantes se producen cada vez que juega el Deportivo Alavés. La fiesta regresa a Mendizorroza y, precisamente, esa grada y su empuje se presentan en esta ocasión como un factor mucho más clave que de costumbre, que no es poco. Con un equipo al que todavía le queda mucho para alcanzar el nivel al que aspira y un rival de órdago, por mucho que también se encuentre en horas bajas, como el Barcelona, el apoyo incondicional del fanático alavesista será clave en la búsqueda de los primeros puntos de una nueva temporada que no ha arrancado con las mejores perspectivas. La de hoy es una tarde excepcional para olvidarse de todos los problemas presentes, que no serían tantos ni tan graves de mediar un resultado positivo ante el rival que hace tres meses dejó al Glorioso sin la opción de levantar el primer título de su historia. Agua pasada que ya no mueve molino, pero no sería mala una revancha en el feudo vitoriano que sirviese, de paso, para que las primeras alarmas encendidas diesen paso a esa tranquilidad que a estas alturas es vital para evitar caer en precipitaciones y situaciones absurdas con excesiva prontitud.
El Alavés ha vivido una semana del todo atípica a estas alturas del curso. La derrota en el estreno en Leganés, las pésimas sensaciones ofrecidas por el equipo y la tardanza a la hora de cerrar un proyecto al que le falta un buen puñado de piezas llamadas a ser capitales han configurado un cóctel explosivo que ha propiciado que las dudas en el entorno estallen de manera volcánica. Tan cierto es que es muy pronto y queda mucha temporada por delante como que el club vitoriano no ha alcanzado el arranque del nuevo curso en un estado mínimamente aceptable. La primera jornada se tiró por la borda cuando puntuar era casi obligatoria y la segunda fecha del calendario se presenta ya como un día de cierta necesidad ante el rival más inapropiado para hacer sanar las heridas
Este nuevo proyecto evidenció en Butarque que futbolísticamente aún le queda mucho trabajo por delante, pero tampoco se pueden exigir milagros ni a los olmos que den peras. El equipo que Luis Zubeldía planteó como titular en el estreno del nuevo curso estaba plagado de futbolistas que la pasada campaña resultaron intrascendentes en los planes de Mauricio Pellegrino y de ese once entonces inicial no serán demasiados los que acaben cogiendo por costumbre arrancar los partidos. Es evidente que el técnico argentino tiene que trabajar aún mucho para alcanzar su idea y desarrollarla, pero el problema principal en estos momentos radica en la escasez de mimbres con la que cuenta para ello.
Se prevén cambios En esta tesitura, y tras el desastre de Leganés, todo hace indicar que Zubeldía apostará por variantes novedosas para tratar de meter mano al Barcelona. En forma de nombres es seguro, pero también se vislumbran cambios en la composición táctica, dejando aparcado el 4-2-3-1 que se intuye como sistema de cabecera. El técnico alavesista se guardó en esta ocasión de desvelar su once titular como hizo hace una semana, pero con sus palabras dejó claro que muchas cosas no le gustaron en tierras madrileñas. Además, el estilo de juego del rival también puede desembocar en cambios en el sistema, ya sea potenciando el sistema defensivo como acostumbró Pellegrino en estos casos la pasada campaña apostando por cinco defensas o buscando sumar más piezas al centro del campo con un triple pivote, que parece la solución más factible hoy.
Tanto en la portería como en la defensa, la continuidad de Pacheco, Vigaray, Alexis, Ely y Pedraza parece prácticamente segura, más aún con la lesión de Héctor. La entrada como titular de Tomás Pina, ya más entonado físicamente, es una cuestión obligada y al lado del mediocentro de Ciudad Real podrían aparecer Manu García y Wakaso para que en la zona ancha se acumulasen músculo y trabajo. Arriba es donde se acumulan más dudas, con la salvedad de un Burgui que fue de lo poco salvable en el debut. Entre un amplio puñado de jugadores se disputarán las dos plazas de ataque restantes en la búsqueda de una fiesta total en Mendizorroza.