Vitoria - El Deportivo Alavés continúa examinando el mercado en busca de las escasas piezas que faltan para cerrar la plantilla que dirigirá Luis Zubeldía y una de las demarcaciones que le quedan todavía por cubrir es la de mediocentro. Sobre la mesa de Sergio Fernández ha asomado en los últimos días una nueva alternativa en la figura de Tomás Pina, un pivote con amplia experiencia en Primera División que la pasada temporada militó en el Brujas pero que no disfrutó de las oportunidades deseadas en el club belga y que ahora tiene las puertas abiertas de par en par para regresar a la competición española, donde se ha convertido en objeto de deseo de alguno de esos clubes que, como el Levante -ha sido el más interesado en hacerse con sus servicios, pero sus movimientos en los últimos días podrían cambiar las tornas en este sentido- o el Eibar, siempre aparecen cuando se habla de un futurible del conjunto albiazul.

A punto de alcanzar la treintena, el centrocampista de Ciudad Real pretende finiquitar su mala experiencia en el Brujas, club que le ha dado un permiso especial para no regresar a Bélgica y negociar su futuro con tranquilidad mientras se ejercita por su cuenta. Tras acumular casi dos centenares de partidos al máximo nivel en España -dos temporadas completas en el Mallorca tras pasar por su cantera y tres en el Villarreal, siendo siempre pieza importante-, hizo las maletas para acometer su primera experiencia en el extranjero y el campeón belga, que le ofrecía la posibilidad de estrenarse en la Liga de Campeones al ser su equipo de destino el ganador de la Jupiler Pro League, desembolsó alrededor de tres millones de euros por su fichaje. Una apuesta que no salió como ninguna de las dos partes esperaba, ya que el mediocentro apenas superó la decena de encuentros el pasado curso. Por eso, club y jugador tuvieron claro desde el principio del verano la necesidad de separar sus caminos -ya en el último mercado invernal Málaga y Sporting de Gijón intentaron, sin éxito, hacerse con sus servicios-, a pesar de que la vinculación contractual se extiende hasta el 30 de junio de 2020.

La primera opción del Brujas es recuperar la inversión de más de tres millones de euros que realizó el pasado verano, aunque el jugador ha visto rebajado su valor por su mala temporada. Por eso, la opción más viable en estos momentos para su salida pasa por una cesión con opción u obligación de compra de cara al zoco de 2018, además de la asunción por parte del club de destino de la ficha completa del futbolista castellano-manchego. Precisamente, este último punto puede ser el más complejo de resolver a la hora de entablar negociaciones, ya que su sueldo es bastante elevado.

Si finalmente la opción de Pina se acaba concretando -en estos momentos no deja de ser una propuesta más sobre la mesa del director deportivo-, Zubeldía sumaría a su plantilla a un pivote muy trabajador en el plano defensivo, poderoso físicamente y con capacidad de abarcar mucho campo, además de ganar un futbolista muy experimentado en Primera que vendría a complementar una plantilla plagada de jóvenes valores que, mayoritariamente, no atesoran una gran experiencia en la máxima categoría. Además, el castellano-manchego es un centrocampista que no se limita solo a la demarcación de pivote destructor, ya que es capaz de adaptarse a otras funciones en el centro del campo por su calidad técnica y capacidad para cubrir mucho espacio, ya que ha jugado como cierre y en sistemas de dos mediocentros y también por delante del pivote.

Cuatro huecos Esta posición supone uno de los cuatro huecos libres que quedan por cubrir en la plantilla alavesista -los argentinos Santiago Ascacibar y Esteban Rolón han sido dos de los jugadores que el club alavesista ha seguido muy de cerca-, aunque en la misma siempre quedará hasta el último momento la opción de recuperar a Marcos Llorente. Desde las oficinas del Paseo de Cervantes no se ha perdido el contacto con el jugador y su entorno en ningún momento desde su marcha y en el Real Madrid también se maneja la opción vitoriana como la primera en el caso de buscar de nuevo la cesión del joven centrocampista si finalmente Zinedine Zidane considera que no tiene un hueco en su plantilla. Precisamente, de las decisiones inminentes del técnico blanco vive pendiente Sergio Fernández estos días, ya que el director deportivo albiazul lleva días esperando conocer qué va a pasar con Achraf, con el que ya hay un acuerdo en el caso de que se decida su préstamo, y también en el caso de Borja Mayoral, una de las opciones que maneja el técnico leonés para completar una de las dos plazas de delanteros que aún quedan libres.