EL Espanyol asoma como un equipo pragmático por pura convicción, amante de la velocidad y con la verticalidad como arma a explotar a fin de hacerse fuerte en cada compromiso. Tras caer en su visita al Athletic el pasado martes, el conjunto periquito recibe mañana al Deportivo Alavés abrazado a un estado óptimo de confianza y con las ideas claras a título individual y colectivo. Quique Sánchez Flores (Madrid, 1965), con una larga trayectoria en la élite, asoma a los mandos de una plantilla equilibrada, comprometida y con Europa como gran ilusión. Pero el objetivo del entrenador del Espanyol, noveno en la clasificación liguera a seis puntos de la Real Sociedad, séptima en la tabla, va más allá.

“Quiero ser un creador de sueños y conseguir que mi trabajo emocione a la gente”, aseguró el técnico el pasado mes de febrero, lanzando así un nítido mensaje a jugadores, afición y propietario del club catalán, donde reina la figura de Chen Yansheng, quien se hizo con la propiedad en enero de 2016. La apuesta de cara a la presente temporada fue clara: Sánchez Flores. Tanto los directivos blanquiazules como el director deportivo de la entidad, Ángel Gómez, vieron claro que el exentrenador de Getafe, Valencia, Benfica, Atlético, Al Ahli, Al-Ain y Watford era el hombre adecuado para comandar el proyecto europeo de Chen, quien armó un bloque atractivo en verano y que, con el transcurrir del curso, ha ido ganando enteros hasta figurar a día de hoy como serio aspirante a Europa.

Tras concluir la primera vuelta como noveno clasificado, el Espanyol desafiará mañana al Alavés tras una derrota que vino después de saldar con dos victorias y un empate sus tres compromisos anteriores, con Las Palmas (4-3) y Betis (2-1) como víctimas. El Athletic ha sido el último equipo que ha logrado derrotar a un rival incómodo y consistente en defensa por mandato expreso de su técnico, quien ha puesto sus gustos personales al servicio de la plantilla para adaptarse así a las características propias de un grupo de futbolistas en el que se entremezclan veteranía y juventud. La confianza en Diego López como portero titular por delante de Roberto Jiménez, el primero de los dos guardametas en llegar al equipo el pasado verano, ha sido una de las principales decisiones que ha tomado el entrenador madrileño en una temporada en la que no ha tenido reparos en dar oportunidades a jóvenes valores de la cantera periquita.

Aarón Martín, sin ir más lejos, ha adquirido una gran relevancia en el carril zurdo a sus 19 años, convirtiéndose por méritos propios en una pieza de fundamental para Sánchez Flores, valiente también en su apuesta personal por futbolistas a los que conocía bien como Jurado y José Antonio Reyes, ambos en línea descendente en sus respectivas carreras. Tampoco dudó el técnico en reconvertir en central al mediocentro David López, fichado del Nápoles. La recuperación para la causa de hombres como Pablo Piatti y del ahora lesionado Leo Baptistao han sido otras de las aportaciones del madrileño, que también ha conseguido que Gerard Moreno asome a día de hoy como un delantero sumamente capaz de liderar a un equipo de Primera División.

vuelve gerard moreno El ariete catalán, máximo goleador del Espanyol en liga con once dianas será la principal novedad del Espanyol mañana, ya que causó baja por sanción en su visita a Bilbao. Inesperadamente, su lugar en el once lo ocupó Felipe Caicedo, otro de los retos personales de Sánchez Flores, quien llegó a encararse con el ecuatoriano cuando este fue expulsado ante el Eibar diez minutos después de saltar al césped. Lo ocurrido, sin embargo, no fue a mayores en el seno de un equipo unido que se toma el encuentro de mañana como su gran oportunidad para acercarse a Europa.

“Hemos demostrado que en fútbol todo es posible y haber ganado supone una alegría colectiva que nos une y es fantástico”, afirmó el entrenador del Espanyol minutos después de voltear el marcador ante el Betis, victoria que amenaza con dar un plus de confianza a un vestuario que camina con paso firme bajo las directrices de Sánchez Flores, que firmó contra el cuadro bético su triunfo número cien como técnico. “Es una efeméride, pero un entrenador siempre es lo que son sus jugadores y he estado en muy buenos equipos para llegar a esa cifra”, apuntó al respecto el timonel de la nave blanquiazul, que se sentará de nuevo en el banquillo de RCDE Stadium con los tres puntos como objetivo y, sobre todo, con el reto de emocionar a los aficionados con un fútbol que le permita “sentir la piel de la gente y ver ojos vidriosos”. Se trata, no en vano, de un creador de sueños con alma de entrenador.