Vitoria - El Glorioso nunca se rinde es uno de los cánticos preferidos de la grada de Mendizorroza para insuflar ánimo a un equipo que lleva esa premisa grabada a fuego en la piel. La expresión que fue acuñada en todo el periplo que desembocó en la milagrosa salvación de Jaén ha quedado como una máxima en el seno del vestuario alavesista y del propio club. Y muchos son los que han comprobado ya que al Deportivo Alavés o se le mata o siempre tiene la querencia de resucitar. Como lo hizo ayer para rescatar ante el Valencia una victoria que se había ganado sobradamente y que, una vez más, parecía escapársele como agua entre los dedos. Pero esta vez no podía ser. Tocaba ganar en Mendizorroza y dos golazos plenos de calidad de Ibai Gómez y Aleksandar Katai obraron la remontada que catapulta a este Glorioso que tiene la virtud de no rendirse nunca.

Había avanzado Pellegrino la titularidad de Santos en sustitución del sancionado Deyverson, así que no quedaba espacio alguno a la sorpresa. Al lado del venezolano, los diez que vienen siendo ya los de siempre. Ante un rival que se plantó sobre el campo con la intención de cerrar espacios y no someterse desde el arranque a un desgaste físico importante, el cuadro albiazul recurrió a la circulación pausada, que fue cómodo hasta el centro del campo ante la inexistente presión naranja. A partir de ahí, balón a las bandas y buscar los centros y remates.

El dominio no se concretaba en ocasiones -un cabezazo flojo de Ibai Gómez fue todo el bagaje en el primer cuarto de encuentro- y ahí se pudo advertir la diferencia de talento que atesoran ambas plantillas. Es el Alavés un equipo que casi siempre tiene que insistir hasta la extenuación solo para sacar un remate. En cambio, en una acción preciosista Soler echó fuera inexplicablemente un remate clarísimo en la primera llegada visitante.

Con esa sensación de tener al oponente controlado, el Valencia se creció y se apoderó del esférico, ayudado encima por algún fallo gravísimo de los albiazules, como un pase horizontal de Ibai Gómez que casi deja solo a Zaza ante Pacheco. Estaba El Glorioso desmadejado, demasiado frío, sin ese punto de ímpetu que le caracteriza y que le permite sobreponerse a sus limitaciones. Y, sin corazón, este Alavés resulta vulgar.

Por fortuna, el equipo de Voro parecía bastante contento ya con lo que tenía de antemano -al punto que da la Federación, que decía Mané- y tampoco arriesgó lo más mínimo. Se dedicaba mucho más a perder tiempo -demoraba la puesta en juego del balón en cada saque, amén de adelantar la posición siempre muchísimo metros- que a tratar de aprovechar la situación. Y de esa lasitud a punto estuvo de aprovecharse el Alavés al borde del descanso, cuando en una de sus tradicionales apariciones desde atrás Manu García acabó disparando desviado el la mejor ocasión del primer acto.

Empezó la segunda parte como finalizó la primera, de nuevo con el capitán apareciendo en el área para empalmar un disparo que Alves despejó como pudo. Lo del vitoriano ya es de matrícula de honor, recuperando incluso esa faceta suya de cuando jugaba en la cantera de la Real Sociedad y destacaba como goleador.

ibai y katai La entrada de Sobrino activó aún más la ofensiva y una cabalgada suya la sacó Alves con la punta de los dedos. En ese momento, por si ya no había mostrado su parcialidad con creces, el colegiado Melero López se encargó de acabar con los nervios de todo el alavesismo. El árbitro consideró que no era córner y Mendizorroza se incendió. Lo mismo que todo el equipo. El trencilla andaluz ya definitivamente se puso a mirar hacia un solo lado. Tras una clarísima falta a Theo no cobrada, sí que castigó una de Laguardia sobre Zaza en la frontal Pacheco salvó los muebles ante Parejo, pero, con un Ibai muy contemplativo en la marcha, nada pudo hacer para detener el segundo remate de Soler, que adelantaba al Valencia a los 70 minutos.

El mazazo fue tremendo, pero si una virtud tiene este equipo es la de no rendirse nunca. Y, las cosas del fútbol, cuando peor estaba, Ibai fue capaz de controlar un mal despeje de la zaga y sacarse uno de esos golpeos geniales con la diestra para poner las tablas en el 78. Pero la genialidad del día la tenía reservada Katai. Ni siquiera había tocado el balón el serbio cuando, solo ante Alves tras pase de Sobrino, realizó una finta antológica con la que sentó al guardameta antes de marcar a placer mientras Mendizorroza gritaba a los cuatro vientos en pleno éxtasis eso que ya saben todos. El Glorioso nunca se rinde.

Castigo a la desesperación. Ya bien entrada la segunda parte, el Alavés era el único que buscaba la victoria, pero las erráticas decisiones de Melero López condujeron a un estado de excitación y desesperación a los jugadores del que se aprovechó el Valencia para adelantarse.

Dos golazos. Con el 0-1 y atravesando sus peores minutos, la calidad arriba salió a relucir con un derechazo de Ibai Gómez que sirvió para igualar el partido y meterlo en un tramo final en el que Katai firmó una acción sensacional para marcar el 2-1.

Hace apenas un mes estaba prácticamente defenestrado, pero ahora se perfila como una pieza importante desde la segunda unidad. Removió el partido y lideró la remontada.

Otra victoria. El Alavés estuvo excesivamente frío durante demasiado tiempo, pero en la segunda parte se fue al ataque y tuvo buenas oportunidades. La actuación de Melero López desquició a los jugadores y el equipo perdió los papeles, de lo que sacó provecho el Valencia para adelantarse. Pese a ello, los cambios mejoraron el ataque y la calidad de Ibai Gómez y Katai sirvió para firmar la remontada.

El venezolano bien pudo haber cubierto ayer el cupo de oportunidades para lo que queda de temporada. Nulo en intensidad, sin presencia en el área e, incluso, pitado por la grada.

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0-1, minuto 70: Soler. Disparo de falta de Parejo que salva Pacheco, pero aparece Soler por la derecha para cazar el rebote y cruzar a la red.

1-1, minuto 78: Ibai Gómez. Desplazamiento en largo de Laguardia que la defensa despeja mal, Ibai rompe desde la izquierda hacia el centro, controla, regatea y saca un derechazo cruzado y raso a la red. 2-1, minuto 86: Katai. Llorente conecta con Sobrino, que pone el balón en profundidad a Katai y el serbio regala una finta extraordinaria para sentar a Alves y marcar a puerta vacía.

Expulsó a Orellana por doble amarilla (minutos 77 y 88). Amonestó a Cancelo (minuto 16), Manu García (minuto 18), Llorente (minuto 41), Theo (minuto 42), Laguardia (minuto 68) y Soler (minuto 75). Amarillas a los entrenadores del Alavés Mauricio Pellegrino y Carlos Compagnucci en el minuto 65.

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