Vitoria - El Deportivo Alavés encara el tercer derbi de la temporada con la necesidad de seguir recuperando a domicilio esos puntos que reiteradamente se le escapan en Mendizorroza. Es curioso el caso de este Glorioso que se ha convertido en un equipo temible en sus desplazamientos al mismo tiempo que se ha mostrado excesivamente poroso cuando le toca actuar como local. Justo lo contrario que se espera en el rendimiento de cualquier equipo, sobre todo si se trata de un recién ascendido como el conjunto vitoriano. La lógica dice que hay que cimentar el éxito de la temporada en los partidos de casa y tratar de rascar aquí y allá a domicilio, pero el conjunto de Mauricio Pellegrino vive justo a la inversa. Golpea cuando nadie se lo espera y se diluye cuando parece tenerlo todo a favor. Esta matinal toca un nuevo viaje, así que el objetivo del Alavés es mantener la senda de los desplazamientos y volver a sumar a domicilio esos puntos que le mantengan en la zona tranquila de la clasificación.
El cuadro albiazul tratará de reafirmar ante el Eibar su condición como uno de los mejores visitantes de Primera y encadenar así su tercera victoria consecutiva lejos de Vitoria, y cuarta del curso, tras las recientemente cosechadas en Pamplona y Villarreal. Eso sí, poco tendrá que ver el partido en Ipurua con los anteriores que ha disputado El Glorioso lejos de su estadio. Entonces, una de sus claves ha sido defender con orden y seguridad y buscar rápidas salidas al contragolpe ante rivales que dominaban el balón y llevaban el peso del juego. Un estilo muy lejano al que proponen los armeros, que plantean duelos de alta intensidad, mucha ida y vuelta, con el balón circulando a gran velocidad de un área a otra y, generalmente, marcados por los goles. En Ipurua, cualquier acción ofensiva puede acabar en la portería y hasta el error más mínimo se paga caro.
En este tesitura, saber adaptarse a este derbi que se estrena en Primera División será fundamental para poder optar a la victoria. Saltar al césped de Ipurua ofreciendo una sensación dubitativa o errática supone una condena anticipada al resultado final. Este tipo de enfrentamientos hay que saber jugarlos con los pies y la cabeza, pero también con el corazón. Ahí, por ejemplo, se naufragó en Anoeta, aunque el equipo supo entenderlo para cuando le tocó visitar El Sadar y ahora tendrá que tratar de repetir esa imagen de conjunto guerrillero que se precisa en estos duelos regionales.
tres centrales En un terreno en el que el juego aéreo es un factor fundamental, todo hace indicar que Pellegrino recurrirá una vez más al sistema de los tres centrales. No en vano, el argentino se llevó concentrados -el equipo ha dormido esta noche en Durango- a Alexis, Laguardia, Feddal y Pantic, además de un Raúl García -también estén en citación Femenía y Theo, quienes parecen fijos en los laterales- que también ha actuado de manera habitual en esa demarcación. La apuesta por un encuentro de perfil muy físico parece evidente desde el lado albiazul, que tratará de compensar esa fuerza con la que se desempeña el Eibar en Ipurua.
Así, El Glorioso tratará de sacar a relucir sus armas de temible visitante en su desplazamiento a la localidad armera para buscar tres nuevos puntos que compensen su última decepción en Mendizorroza y le sirvan para dar un nuevo paso de gigante hacia el objetivo prioritario de la salvación.