Pamplona - La evolución del fútbol moderno ha cambiado la fisonomía del futbolista profesional y del árbitro. Así lo confirma Alberto Undiano Mallenco, árbitro de Primera División que el domingo dirigirá el Villarreal-Alavés, que contó diferentes anécdotas de su trayectoria profesional y dio consejos sobre cómo compaginar la educación y el deporte de élite en una conferencia en la Universidad de Navarra.
Undiano Mallenco contó cómo comenzó en el arbitraje. “Yo jugaba a fútbol. Estuve hasta los ocho años o así. Luego, poco antes de entrar en la adolescencia, un día estaba con mis amigos y empezamos a pensar en subir a apuntarnos. Finalmente lo hicimos seis. Tras el primer partido solo sobrevivimos tres (se ríe)”.
“Salí muy contento de ese primer partido, seguramente fue fundamental para que siguiera arbitrando. También, no lo voy a negar, me gustó la sensación de mandar”, contaba distendidamente el colegiado internacional.
Undiano reconoció que el arbitraje ha cambiado mucho desde que él comenzó. “Ahora mismo somos superatletas. Tenemos que prepararnos como tal. Antes entrenabas dos días, ahora tienes un preparador físico de aquí y otro de la UEFA que te controlan todo. Tienes que estar preparado para arbitrar partidos con una gran velocidad y en los que hay muchos cambios de ritmo”. Además, también afirmó que el cambio no solo ha sido físico, sino que también las formas de preparar los partidos han cambiado. “Ahora se ven vídeos y se analiza todo lo que puede pasar”.
El colegiado navarro también quiso abordar un tema polémico, como el de la entrada de la tecnología en el fútbol. “Eso que se dice que los árbitros no estamos a favor es mentira. Por ejemplo, el ojo de halcón nos viene muy bien, pero es cierto que el fútbol es un deporte con mucha impaciencia, no veo al público esperando tranquilamente a que tomemos una decisión”.
Undiano enmarcó su charla dentro de la importancia de los estudios para deportistas de elite. “El deporte acaba pronto y hay que tener algo para seguir con tu vida”. Además, dio un dato importante de cara a su oficio. “Si los jugadores o entrenadores te ven formado, les da respeto”, mientras que añadió que “si eres árbitro internacional tienes que saber idiomas, es fundamental para comunicarte con ellos”.
A Undiano Mallenco le coincidieron los tres años de su última carrera (tiene dos licenciaturas) cuando pasó al fútbol de elite. “No tuve problemas para compaginar un aspecto con el otro, al revés, me venía bien. Tal vez antes de un partido importante me ponía estudiar y podía despejar la cabeza y evitaba nervios”.
Undiano también explicó lo que le ayudó el arbitraje en su formación como persona en una etapa tan importante como la adolescencia. “Te ayuda a madurar”.