Vitoria - La dirección deportiva alavesista, con Sergio Fernández a la cabeza, tiene dos frentes principales abiertos a estas alturas del año. Por una parte, cuando queda poco más de un mes para que el mercado se abra de nuevo con el cambio de año, se está analizando el mercado en busca de las mejores opciones posibles para encontrar refuerzos, sobre todo centrados en el ataque. Pero, al mismo tiempo, se piensa también en el largo plazo y se está negociando para asegurar la continuidad de jugadores a los que se considera fundamentales. El principal de ellos es Fernando Pacheco, a quien el club pretende atar todavía más allá del 30 de junio de 2018, que es cuando expira su actual contrato. El Glorioso y los representantes del guardameta extremeño llevan hablando desde el comienzo de la temporada y el nuevo acuerdo que estirará su vinculación está ya a punto de ser rubricado al quedar por finiquitar solo algunos detalles.

Pacheco fue una apuesta fuerte en el verano de 2015. Cuando parecía que iba a llegar a Vitoria como cedido por el Real Madrid, la operación acabó transformada en un fichaje por tres temporadas. El guardameta fue la pasada campaña uno de los jugadores mejor pagados del equipo, pero con el paso a Primera División se ha situado entre la clase media de la plantilla. Eso sí, la confianza en el portero es plena y por ello se va a realizar una nueva apuesta importante para asegurar su continuidad más allá de 2018.

Todavía no está del todo concretado si el nuevo contrato se extenderá por dos (hasta 2020) o tres (2021) años más, pero en ese rango temporal se mueven las dos partes. Pacheco mantendrá sus condiciones salariales la presente campaña, pero a partir de la próxima entrará en vigor su nuevo salario, que mejorará considerablemente las cifras que tenía firmadas.

Ese incremento del sueldo vendrá acompañado también de un importante crecimiento de su cláusula de rescisión. Y es que, además de una apuesta deportiva, el cancerbero puede ser a medio plazo un gran negocio. Su adaptación a la exigencia de Primera ha sido inmediata y ya ha dejado varias actuaciones apabullantes. Su nombre empieza a figurar en las agendas de clubes importantes, así que en su momento podría llegar a convertirse en una venta destacada.

Esta cuestión, la de la cláusula, es la otra que queda por definir. Como es lógico, el club quiere elevarla muchísimo -la cantidad actual no es oficial, pero podría rondar los ocho millones de euros-, mientras que el jugador prefiere no atarse con unas cifras inalcanzables. Eso sí, los traspasos siempre son cuestiones negociables entre los clubes y casi nunca se acaba abonando la cláusula completa.

En el caso de Pacheco, además, existe de momento una condición especial que es la opción preferente del Madrid para repescarlo por cuatro millones de euros. El club blanco se guardó esa carta, pero los madridistas se exponen a un período de dos ventanas de mercado sin poder fichar por la sanción de la FIFA, ahora suspendida cautelarmente. En principio, la entidad presidida por Florentino Pérez podrá fichar en enero, pero no podría hacerlo ni en el verano de 2017 ni en enero de 2018, justo cuando termina su opción preferencial.

La sanción no prohíbe fichar, pero si se producen incorporaciones las mismas no pueden ser inscritas. Y precisamente eso es lo que evita que el Madrid pueda ejecutar su opción sobre Pacheco para, de inmediato, proceder a su venta a un tercero, ya que la ley obliga a que exista una inscripción de todos los traspasos que los blancos no podrían realizar.

En todo caso, en el Paseo de Cervantes no hay excesiva preocupación en ese sentido, ya que se considera que el club de Florentino Pérez no va a ejecutar esa repesca. Por eso se sigue trabajando para perfilar los últimos detalles del nuevo contrato que unirá a Pacheco al Alavés mucho más allá de 2018.