Valladolid - Cerca de cumplirse un año de su salida del Alavés, Alberto López regresará a Mendizorroza. Aunque en esta ocasión lo hará como técnico rival dentro de dos jornadas tras ser presentado ayer como nuevo entrenador del Real Valladolid -equipo en el que se retiró como futbolista en la temporada 2008-2009 tras tres temporadas en la entidad, con más de 40 años y 43 partidos jugados-. El irundarra señaló en su puesta de largo como entrenador pucelano que llega al club para “recuperar jugadores y sensaciones”, ya que considera que se ha perdido la identidad de equipo necesaria para competir.
López aseguró que acepta el reto por una cuestión “casi personal” más que futbolística porque lleva al Valladolid “dentro” y, además, para él es una buena oportunidad para revertir la situación en la que se encuentra el equipo, ya que es un club que tiene que estar en Primera o, al menos, “luchar por subir”.
Para Alberto es también prioritario el “hambre futbolística” y, más allá de cuestiones tácticas, se centrará en recuperar la competitividad para revertir la dinámica negativa, para que así “la gente esté orgullosa” y eludir el descenso lo antes posible porque, afirmó, “va a rondar los puntos que tenemos actualmente”.
Respecto a cómo espera encontrar a sus jugadores, señaló que cuando un equipo está hecho para quedar entre los seis primeros y se encuentra en esta situación, surgen dinámicas más individualistas, por lo que su reto es fundamentalmente que el equipo sea “estable” y “funcional”. El guipuzcoano señaló que la Segunda División es “durísima y muy larga” y los equipos que están en las primeras posiciones lo han conseguido por ser “muy competitivos, independientemente de nombres”. No obstante, incidió en que sus jugadores deben recuperar las capacidades y habilidades por las que fueron fichados.
Alberto aseguró que ha firmado hasta final de temporada y que luego “ya se verá”, pero de momento su “exigencia” es ganar los siete partidos restantes.