Vitoria - Kiko Femenía y Dani Pacheco estaban llamados a ser las dos piezas más desequilibrantes de este Deportivo Alavés y cumplieron con esa previsión durante una primera vuelta en la que sacaron a relucir su potencial y marcaron diferencias gracias a su talento y capacidad para romper las defensas desde la individualidad. Lamentablemente, en las últimas jornadas su importancia dentro del equipo ha ido decayendo con una bajada de rendimiento alarmante por parte de ambos extremos. Seis dianas y siete asistencias llevaron la rúbrica de la pareja de estiletes en la primera vuelta, pero su balance estadístico en la segunda se ha reducido a la nada más absoluta. Incluso, su presencia en las alineaciones titulares no ha sido indispensable para un José Bordalás que anteriormente no tenía alguna duda cuando ambos estaban disponibles, llegándolos a alinear aún en situaciones en las que no se encontraban en plenitud de facultades. Tanto el alicantino como el malagueño han perdido su chispa con el correr del calendario y esa merma ha propiciado que las alas de El Glorioso, su más temible arma ofensiva durante la primera fase del curso, hayan quedado cortadas. Y, con ello, buena parte de la amenaza de este equipo.
los golpes de kiko Femenía recordó en la primera vuelta a su mejor versión, la que en el Hércules le convirtió en una de las mayores perlas del fútbol estatal y le llevó a fichar por el Barcelona y posteriormente por el Real Madrid, aunque se quedase en el filial de ambos clubes. Rápido, incisivo y con una excelente definición, el extremo de Sanet y Negrals marcó diferencias con su clase. Marcó el primer gol de la actual Liga Adelante en el estreno en Huesca -también dio eso día su única asistencia-, firmó dianas también ante Mirandés, Valladolid y Alcorcón y dejó varias actuaciones descollantes en las que evidenció un aroma de jugador de superior categoría.
Era indispensable para Bordalás, que solo lo dejó en una ocasión en el banquillo, además de quedarse en la grada una vez por acumulación de cinco amarillas. Pero justo en el último partido de la primera vuelta se empezó a torcer su destino. Un duro encontronazo con el portero del Nàstic le llevó al banquillo al cuarto de hora de dicho partido con el tobillo dañado. Aún sin haberse recuperado, de nuevo volvió a sufrir un duro golpe en el mismo sitio una semana después ante el Huesca. Desde entonces, Femenía no ha recordado a ese jugador que antes marcaba diferencias.
El miedo es libre y está claro que esos dos duros golpes consecutivos pasaron factura en la cabeza de un jugador que a partir de ese momento comenzó a mostrarse menos expeditivo en sus acciones. Levantó el pie del acelerador y se olvidó de explotar su letal combinación de habilidad y velocidad. La baja de Carpio y el mal rendimiento de Estrada le condujeron al lateral derecho, donde ofreció un buen nivel, pero un nuevo golpe en el pie, esta vez en Córdoba, le ha mantenido fuera del equipo durante las dos últimas jornadas. Así, de fundamental se ha convertido en invisible.
la eterna duda de dani Si el la bajada de rendimiento de Femenía las lesiones y su cabeza tienen mucho que ver, en el caso de Dani Pacheco dicho receso viene asociado a la propia irregularidad de un futbolista con un talento excepcional que no acaba de explotar. El malagueño es el mejor dotado técnicamente de este Alavés, pero no explota sus facultades donde debería. Cuando se aproxima al área rival, el extremo cedido por el Betis se diluye. Como si al avanzar unos cuantos metros olvidase que tiene un regate sensacional o un disparo de los más precisos, Pacheco se esconde demasiado donde se definen los partidos.
El rendimiento del andaluz va también a la baja. Dos goles (Córdoba y Valladolid) y seis asistencias (dos ante Osasuna, Córdoba, Alcorcón, Ponferradina y Athletic, lo que le convierten en el mejor del equipo en este apartado) desde que comenzó a ser titular a partir de la octava jornada que no han tenido continuidad alguna en la segunda vuelta. En el recuerdo todavía en gol cantado que falló en el descuento ante el Lugo con todo a su favor. De momento, el malagueño ha desaparecido de las alineaciones en los partidos a domicilio y no es titular desde la visita al Oviedo en el primer encuentro fuera de la segunda vuelta.
Con la bajada en el rendimiento de estas dos piezas, Bordalás ha ido buscando soluciones. Una de ellas, el cambio de sistema. Otra, la apuesta por jugadores diferentes a los que venía utilizando regularmente. Toquero y Juli han caído habitualmente a las bandas en las últimas semanas, ya que dentro del 4-1-4-1 Barreiro se ha convertido en el referente arriba. La idea táctica parece inamovible de cara a la visita al Girona, pero la ausencia del Toquero dejará un hueco libre. Con el trivote recuperado con el regreso de Manu García, la duda radica en saber si el preparador alavesista apostará por Femenía o mantendrá a Dani Pacheco. El alicantino ha jugado siempre que ha estado disponible, mientras que hace jornadas que el malagueño no es titular fuera. La decisión propiciará, además, que Juli caiga a la derecha o a la izquierda dependiendo de quién sea el elegido. Lo que parece evidente es la necesidad que tiene el Alavés de recuperar sus alas para volar alto.
Kiko Femenía. El extremo derecho fue una de las grandes referencias ofensivas del equipo a lo largo de una primera vuelta en la que estuvo a un nivel excepcional y en la que firmó cuatro goles y una asistencia. En la segunda vuelta, sobre todo por culpa de sus problemas físicos recurrentes, su importancia dentro del equipo ha decaído.
Dani Pacheco. El extremo izquierdo malagueño tardó en ponerse en forma tras haberse incorporado muy tarde a la pretemporada, pero desde que se hizo con la titularidad en la octava jornada se convirtió en uno de los elementos más importantes del ataque, firmando dos goles y seis asistencias en la primera vuelta. En la segunda, su rendimiento ha bajado mucho e incluso ha perdido esa condición de titular inamovible de la que antes disfrutaba.
17
En 17 ocasiones han compartido Kiko Femenía y Dani Pacheco la titularidad como extremos.