Bilbao - Tras publicar en 1998 el libro Historia de la selección de Euskadi de fútbol, el cantautor y escritor portugalujo ha aprovechado el centenario de la tricolor para reunir en una preciada obra todos los pasajes de la selección hasta la actualidad. El estudio se traduce en 964 páginas divididas en cuatro tomos, con 245 fotos, 114 ilustraciones, 131 documentos y 32 estadísticas, todo en formato digital. ¿Cómo ha sido el viaje a las entrañas de la selección?

-Ha sido un estudio largo, apasionante y también dramático en muchos pasajes, sobre todo el que tiene que ver con la época de la Guerra Civil, en la que la selección disputó 89 de sus 136 partidos, siendo 57 de ellos en México, 13 en Cuba y el resto, en Europa.

Se trata de la continuación del libro que escribió en 1998. ¿Se quedó entonces con ganas de más?

-Sí. La parte de la antigua URSS estaba muy completa al haber dispuesto de un libro que relataba todo el viaje del equipo de Euskadi hasta allí, pero sabía que toda la parte de América se había quedado muy coja de datos, siendo la zona mexicana una de las más importantes en estos cien años.

La nueva obra consta de 964 páginas. ¿Está orgulloso del resultado ?

-La verdad es que sí. Un trabajo así nunca se puede dar por acabado, pero no hay ningún pasaje histórico sin su correspondiente información. Aun así, hay una serie de partidos que se jugaron en México y Cuba entre 1937 y 1939 de los que solo se conocen los resultados. Me gustaría conseguir las alineaciones y saber quiénes fueron los goleadores para la estadística.

Ha optado por la publicación en formato digital.

-Así es. Publicarlo en papel habría sido carísimo y muy difícil de amortizar. Además, quería que fuese algo fácil de transportar, que se pudiese leer en cualquier tipo de soporte y, al mismo tiempo, que con el paso de los años cualquier dato o edición nueva fuese sencilla. De hecho, mi intención es ponerlo a la venta en plataformas digitales para ir actualizando el trabajo periódicamente.

¿Hay algún pasaje de la selección que le haya sorprendido?

-El de la etapa de la Guerra Civil, es la más emocionante. Los jugadores vascos de aquella época eran profesionales, campeones de liga y mundialistas la mayoría, por lo que tenían la vida solucionada. Sin embargo, sacrificaron todo por mantenerse unidos en favor de la causa humanitaria vasca y estar al servicio del Gobierno vasco. No cobraron nada hasta la parte final en México y nunca fueron reconocidos oficialmente como gudaris, a pesar de que los propios dirigentes del Gobierno vasco decían entonces que había unos gudaris en los campos de batalla y otros, defendiendo al País Vasco en los campos de fútbol.

¿Cuánto tiempo ha necesitado para dar forma a tamaña reliquia?

-Unos tres años, contando el tiempo que necesité para publicar el primer libro. Era un reto personal acabar lo que comencé.

¿Ha contado con la ayuda de la Federación Vasca de Fútbol?

-Por ahora no he recibido ninguna ayuda oficial, vía subvención. Tengo bastante desengaño tanto con los partidos políticos como con las instituciones, porque me parece lamentable que en un centenario de estas características y con los servicios que han prestado las distintas selecciones a lo largo de la historia, no haya habido aún ningún reconocimiento oficial. Hubo una época en la que la selección llenaba campos de fútbol en Europa, como los de París y Moscú. Lo cuenta en el libro.

-En 1937 se conocía a los jugadores vascos en toda Europa, porque la mayoría de sus futbolistas habían estado presentes en el Mundial de 1934 con España. Aquellos jugadores, coincidiendo con el bombardeo de Gernika, llenaron el Parque de los Príncipes de París, que contaba con un aforo de 85.000 personas, así como el de Moscú, que llenaron en tres ocasiones ante casi 100.000 espectadores. Aquellas recaudaciones sirvieron para que el Gobierno vasco mantuviese el hospital La Rosalie de Biarritz, donde iban los heridos de guerra.

Se disputaron dos torneos oficiales.

-Sí, el primero fue en mayo de 1915, en la primera Copa de Regiones Príncipe de Asturias, que se ganó ante Catalunya y Madrid. El segundo y último torneo oficial fue el de la Liga Mayor de México, en la temporada 1938-39, quedando subcampeones.

La andadura de la selección arrancó el 3 de enero de 1915 ante Catalunya, rival el próximo día 26. ¿Bajo qué nombre lo hizo?

-Entonces se denominaba Norte, porque la Federación Regional del Norte englobaba a Bizkaia, Gipuzkoa y Cantabria, aunque todos los jugadores eran vascos porque estos estaban muy por encima de los estatales.

¿Considera que se han dado los pasos necesarios con la selección?

-En el libro me he ceñido a la historia, reflejándola tal y como ha sido sin ninguna opinión personal, pero creo que no se ha dado ningún paso últimamente. Para llevar a cabo el estudio me puse en contacto con todos los estamentos con los que ha tenido relación la selección en estos cien años, incluida la FIFA, a la que mandé un correo para saber si había recibido alguna petición de ingreso por parte de algún estamento vasco. Me respondieron que el único documento que existe corresponde a dos actas de 1937 y 1938, por el cual al equipo vasco le prohibieron jugar en Argentina.