Vitoria - El Deportivo Alavés es, según los resultados, el equipo más en forma de la Liga Adelante después de haber encadenado tres victorias consecutivas y esta tarde pretende darle una nueva vuelta a la tuerca alcanzando el registro de cuatro triunfos enlazados, un logro que en lo que va de temporada ninguno de los equipos de Segunda División ha alcanzado. Imponerse en la visita al Valladolid supondría un nuevo salto en forma de tres nuevos puntos que vendrían a incrementar la ya de por sí jugosa cosecha recolectada hasta la fecha y tendría el añadido de pasar la noche en el liderato de la categoría de plata a la espera de los partidos de mañana de los dos primeros clasificados, Córdoba y Osasuna. Y si en el plano numérico la recompensa es enorme, en el de las sensaciones supondría dar un nuevo golpe sobre la mesa y demostrar, una vez más, a los rivales que este Glorioso va a poner toda la carne en el asador por ser uno de los mejores equipos de la Liga Adelante cuando se llegue al tramo final del curso.
Pero para alcanzar los meses de mayo y junio con esas aspiraciones de hacer algo grande intactas, el equipo albiazul tiene que ir llenando ahora el granero aprovechando su buen estado de forma. José Bordalás ha logrado ensamblar con mucha rapidez un equipo de estilo reconocible y eficaz que en las últimas tres jornadas ha alcanzado la plenitud dentro de su estilo después de un arranque de curso marcado por los vaivenes. Asentado en defensa, el caudal ofensivo del conjunto vitoriano se ha reducido, pero cada gol ofrece ahora un rendimiento máximo al apoyarse en una portería en la que Fernando Pacheco lleva 270 minutos sin tener que sacar un balón de sus redes. A esa virtud se le tratará de dar continuidad en la visita al estadio José Zorrilla, ya que la seguridad defensiva tiene que ser obligatoriamente la base sobre la que se cimienten los éxitos de este Alavés. Cuando ha llegado la estabilidad y se ha detenido la sangría de las primeras jornadas, el crecimiento del equipo ha sido exponencial para encadenar tres victorias consecutivas con idéntico resultado y parámetros bastante similares.
malos precedentes Tras romper en Elche el maleficio que le perseguía en sus últimos compromisos a domicilio, encara el conjunto albiazul un desplazamiento que históricamente se le ha dado muy mal. Los viajes a Valladolid, sobre todo en Segunda División, casi siempre han sido sinónimo de vuelta a casa sin puntos en la mochila. El balance en la actual Liga Adelante es demoledor, con un triste empate como único resultado un poco favorable en diez visitas. El Glorioso tratará de aprovechar su buena dinámica para romper el mal fario que le acompaña en sus visitas a la capital castellana. De momento, la tendencia entre los dos clubes ha variado radicalmente de un año a esta parte. Entonces era el cuadro pucelano el que marcaba el ritmo y tenía el cartel de claro aspirante al ascenso del que quiere hacerse acreedor ahora el Alavés ante un conjunto blanquivioleta que ha arrancado muy por debajo del nivel esperado.
Los malos resultados del arranque del curso condujeron a la destitución de un Gaizka Garitano cuyo relevo ha tomado Miguel Ángel Portugal. De la mano del técnico burgalés la mejoría es evidente con una sola derrota, pero a este Valladolid le lastra un mal muy común en la Liga Adelante como es la acumulación de empates. Precisamente, una tendencia de la que se evade el Alavés, que ha perdido los mismos partidos que su rival de esta tarde (cinco), pero que se ve beneficiado por haber firmado tablas solo dos veces por las seis de su contrincante. En todo caso, los números reflejan bien a las claras que el regente del José Zorrilla no es un equipo fácil de superar y menos aún en casa.
Tras unas jornadas marcadas por las perennes bajas por sanción -el ambiente en este sentido estará caldeado por las últimas quejas del Valladolid clamando contra los arbitrajes-, José Bordalás podrá volver a disponer esta tarde de su once de gala. La única duda, una vez más, radica en el extremo izquierdo entre el talento de Dani Pacheco y el trabajo de Facundo Guichón.