Vitoria - El Leganés afronta su segunda campaña consecutiva en la Liga Adelante y, en su reto de seguir creciendo y mejorando, ha ampliado el proceso de vasquización que ya había marcado la confección de sus últimas plantillas. Tres jugadores nacidos en Euskadi (Jon Ander Serantes, Alain Eizmendi y Erik Morán), además de otros tres navarros (Mikel Santamaría, Fran Moreno y Javi Eraso), militaron la pasada campaña en un conjunto pepinero dirigido por un guipuzcoano como Asier Garitano. La continuidad del técnico en el banquillo se ve respaldada ahora por un director deportivo también vasco, Txema Indias, y con seis jugadores (los ya citados Serantes y Eizmendi, a los que se han unido este verano Unai Albizua, Unai Bustinza, Iñigo Ruiz de Galarreta y Guillermo Fernández) que se han formado en Lezama. La conexión con el Athletic es evidente, ya que el club madrileño ha conseguido convencer de nuevo al conjunto bilbaíno para que le ceda tres cachorros. No hay duda que, en la Liga Adelante, la sucursal vasca hay que buscarla en Butarque.
El apellido Garitano, que no guarda relación familiar con los Garitano vizcaínos (Ondarru, Gaizka y Ander) al ser de la guipuzcoana Bergara, es reverenciado en Leganés. De la mano de Asier regresó el club pepinero al fútbol profesional. Y el técnico, que en la entidad madrileña se dedica a entrenar pero también tiene responsabilidad en los despachos, no dudó a la hora de echar mano a su etapa de formación en Lezama, donde pasó catorce años como jugador.
El hecho de conocer al dedillo el sistema de funcionamiento de Lezama y los valores que allí se inculcan a los jugadores le ha llevado a apostar por futbolistas allí formados. Y, encima, ha encontrado reciprocidad en un Athletic que ha acogido con buenos ojos esa particular sucursal de Leganés para que los cachorros completen su formación lejos de casa y se ganen la oportunidad de llegar al primer equipo.
Garitano no llegó a ver cumplido el sueño de regresar al Athletic, pero sí que lo ha vivido en segunda persona en la figura de Javi Eraso. El centrocampista fue pieza clave en el ascenso y la permanencia durante los dos últimos años como pepinero y su buen rendimiento le abrió la puerta de regreso al club rojiblanco. El mismo camino que pretenden recorrer ahora otros futbolistas con los que el propio Eraso ya coincidió en Lezama.
Serantes y Eizmendi se mantienen de la pasada temporada como jugadores vascos que llegaron libres a Butarque, una situación que ahora repite Albizua. En los casos de Bustinza, Ruiz de Galarreta y Guillermo, los tres están cedidos por el Athletic, que la pasada campaña ya prestó a Morán a los pepineros. Esa conexión entre Butarque y Lezama le permite al club madrileño contar con jugadores de enorme calidad a un coste asequible.
Precisamente, estas cesiones provocaron un terremoto en Lezama. Si ya de antemano el director deportivo del Athletic, José Mari Amorrortu, y el técnico del filial, José Ángel Ziganda, no tenían unas relaciones cordiales, estos préstamos las congelaron por completo. El entrenador del filial reclamaba para su equipo la presencia de estos futbolistas, pero el máximo responsable deportivo desoyó esa petición para continuar con la política de cesiones que el club bilbaíno venía desarrollando durante los últimos años y que tiene como otros ejemplos esta temporada a Morán (Zaragoza) o Kepa (Valladolid).
Para completar la colonia vasca, el Leganés incorporó el pasado verano una nueva figura a sus oficinas con la contratación de un director deportivo que da más empaque al club. Y, de nuevo, recurrieron los madrileños a una figura vasca como Txema Indias, que llegaba procedente del Toledo y que desde el primer momento conectó a la perfección con las ideas de Asier Garitano para confeccionar esta particular sucursal vasca en Butarque.