Casi 40 jornadas de huelga. Cinco años de lucha en Vitoria.

1.200 trabajadoras con sueldos que no llegan al salario mínimo “si no fuera por los pluses de todas las noches y festivos que hacemos”.

Saben que tienen una de las jornadas más altas, pero son jornadas parciales que no dan para vivir.

Muchas de ellas tienen dos y tres trabajos para llegar a fin de mes, y otras denuncian que "acuden a trabajar enfermas" porque no se les complementan las bajas.

"No nos da para vivir. Algunas tenemos dos y tres trabajos para llegar a fin de mes, y otras vamos a trabajar enfermas porque no complementan las bajas"

Este martes, 17 de diciembre, vuelven a manifestarse en las calles de Vitoria.

Son el millar de trabajadoras de las residencias privadas de Álava, que se concentrarán a las 11.00 horas en la Plaza de la Virgen Blanca.

Empezaron la lucha en 2019

En 2019 las trabajadoras de las residencias privadas y viviendas comunitarias de personas mayores del territorio iniciaron esta lucha para tener el primer convenio provincial que les saque de la precariedad.

Y justamente esta semana ha sido noticia el acuerdo presupuestario alcanzado en la Diputación de Álava por la coalición de gobierno PNV-PSE y EH Bildu, con una dotación económica para lograr ese primer convenio de residencias.

Son el millar de trabajadoras de las residencias privadas de Álava, que se concentrarán el martes a las 11.00 horas en la Plaza de la Virgen Blanca

Cargas de trabajo físico y mental

Las trabajadoras necesitan mejorar sustancialmente las condiciones laborales, "no solo que nos mejoren mínimamente el salario y la jornada".

Recuerdan que se ocupan del cuidado y la atención de las personas mayores, 24 horas al día y 365 días al año.

Pero son trabajadoras que, aunque esenciales en los centros geriátricos privados, denuncian que la "situación en las residencias es alarmante con jornadas laborales extensas, cargas de trabajo físico y mental, hacen multitarea y sirven para todo, bajas de compañeras que no se sustituyen, conciliación laboral y familiar inexistente...".

Realizan una jornada laboral de 1.784 horas anuales y casi la mitad de las categorías profesionales tienen un salario inferior al Salario Mínimo Interprofesional.

"La situación en las residencias es alarmante con jornadas laborales extensas, cargas de trabajo físico y mental, servimos para todo, bajas de compañeras que no se sustituyen, conciliación laboral y familiar inexistente..."

En cuanto a los sueldos, explican que “11 de 26 categorías profesionales, incluidas las gerocultoras, estamos cobrando un salario base por debajo del SMI".

Piden que se establezca un salario mínimo de 19.600 euros y alcanzar, al final de la vigencia del convenio, las 1.592 horas de jornada laboral. También solicitan mejoras en salud laboral y licencias.