palamós - Cayó el Alavés con excesivca dureza en Palamós, pero al menos lo hizo con las botas puestas, tutelando el ritmo y control del partido y encerrando a los catalanes en su propio campo a pesar de su inferioridad numérica. Toda una declaración de intenciones que deja a su nuevo entrenador, José Bordalás, en buen lugar. De ello trató de dar cuenta el alicantino en rueda de prensa, donde sin querer citar expresamente la figura del colegiado manchego Rupiérez Marín no cesó de lamentar su penosa actuación. “En estos momentos hacer una valoración es complicado cuando el fútbol hoy (por ayer) no ha sido el protagonista, ha sido otra cosa. El partido se ha roto con las expulsiones y las tarjetas, y sin dar una patada hemos tenido dos expulsados, siete tarjetas, dos rojas... Ha sido una auténtica locura; hacía tiempo que no vivía algo similar”, espetó Bordalás a las primeras de cambio antes de abundar en esta cuestión conforme se sucedían las preguntas de los medios. “Teníamos muchas esperanzas en el partido y lo habíamos preparado bien pero imaginaros cómo tengo al vestuario y a los jugadores después de una injusticia a todas luces como la que se ha visto, pero bueno, ahí están las imágenes”.

A esas alturas de su comparecencia, el alicantino mantenía el pulso a pesar de que el cuerpo, quizá, le pedía ser mucho más duro después de lo visto en el campo minutos antes. Pero no, tiró de experiencia y mantuvo su discurso crítico con un razonable tono con el que quiso defender la imagen del club. “Estoy tranquilo pero es difícil asimilar una derrota de este calibre cuando el rival no ha sido superior a ti y te ha ganado”, valoró el técnico, que lamentó después la falta de criterio arbitral en cuando a la intencionalidad de las manos que causaron las dos expulsiones del equipo. “Hay mil circulares con el tema de las manos, su intencionlidad, el carácter involuntario de las mismas... Pero bueno, es lo que hay. Es la Segunda División y la derrota te puede llegar en cualquier campo, pero hoy se ha tratado de manera injusta al Alavés porque mi equipo no ha dado una mala patada y sin embargo nos han sancionado. No es tolerable que nos hayan dejado así”, concluyó.

Mucho más dura fue la crítica de Sergio Mora hacia la actuación del colegiado del partido, que calificó de lamentable. “Me voy con una cara de tonto que no veas. Ojalá algún día nos toque a nosotros. Creo que lo ocurrido es una respuesta a la fama que dicen que tiene nuestro cuerpo técnico, es más de lo mismo y el árbitro ni se cree lo que ha pitado”.