Vitoria - El trabajo no finalizó para la dirección deportiva alavesista con el cierre del mercado el pasado 31 de agosto. Principalmente porque a la entidad del Paseo de Cervantes le quedó una parte importante de su labor todavía pendiente cuando se dio por finiquitado el zoco estival. La imposibilidad de concretar en el último momento la llegada del bético Lolo Reyes ha dejado un hueco en el centro del campo que el club vitoriano todavía aspira a rellenar. Todavía puede hacerlo, ya que no existen restricciones en lo que se refiere a futbolistas que no tuviesen contrato en vigor con club alguno llegado el 1 de septiembre. El listado de agentes libres presenta en estos momentos muchos nombres y el trabajo de la dirección deportiva albiazul será cribar en los próximos días los jugadores que pueden resultar interesantes para el equipo y, si se estima oportuno, entablar negociaciones. La puerta a una nueva incorporación se mantiene todavía abierta, aunque tampoco resultará sencillo encontrar un futbolista que se amolde, deportiva y económicamente, a lo que está buscando El Glorioso para sumar nuevos elementos a una plantilla que se ha quedado excesivamente corta.

El varapalo que sufrió el Alavés el pasado lunes cuando conoció que finalmente Lolo Reyes se decantaba por el Almería fue muy importante. Se consideraba que el pivote chileno era una pieza fundamental para cerrar la plantilla y toda la negociación con el jugador y el Betis estaba encaminada a una resolución positiva para los intereses vitorianos. Eso hasta que se cruzó el Almería, que hizo cambiar la primera decisión del centrocampista sudamericano. No fue una diferencia económica entre clubes la que deparó el desenlace, sino la decisión del propio jugador. Una semana antes, había dado su visto bueno a la propuesta vitoriana, pero a la hora de la verdad se decidió por la oferta que le llegó desde las oficinas del estadio de los Juegos Mediterráneos.

Ese cambio de última hora de Lolo Reyes propició que los planes del Alavés quedasen completamente rotos. La confianza en la llegada del chileno era total y no se contemplaban alternativas en esa posición al mismo tiempo que se manejaban otras opciones para tratar de reforzar la plantilla en el último día hábil del mercado, en el que recibió varios ofrecimientos que finalmente no acabaron fructificando al no ajustarse a las necesidades que tenía el equipo. La pérdida definitiva del mediocentro sudamericano dio paso a una redimensión en la búsqueda el pasado lunes, pero en las últimas horas del mercado no se encontró ninguna alternativa que resultase convincente.

Tras constatar que se había quedado sin el pivote que ansiaba para dar por completada la plantilla, el Alavés comenzó el mismo martes a analizar el mercado de jugadores libres. Muchos futbolistas rescindieron sus contratos el mismo lunes al no entrar en los planes de sus clubes y el listado de futbolistas que no tienen vínculo con equipo alguno es muy largo. Revisando esos nombres y tratando de encontrar algún centrocampista que se adapte a las exigencias del técnico José Bordalás se encuentra en estos momentos la dirección deportiva, con Javier Zubillaga a la cabeza.

llegada complicada A pesar de que en los últimos días de agosto el club también ha buscado un lateral izquierdo y un extremo, la prioridad absoluta y única en estos momentos es contratar un mediocentro que complete una demarcación en la que ya se encuentran Sergio Mora, Manu García y Jagoba Beobide y en la que también podría actuar Sergio Llamas, aunque su posición habitual suele ser más adelantada.

Hay muchos jugadores que han empezado el mes de septiembre sin equipo y muchos de ellos resultan tremendamente interesantes por su historial. El problema es que muchos no se encuentran al alcance de la economía albiazul y muchos otros no entran en el perfil que desea Bordalás para cerrar el equipo. El club seguirá buscando durante los próximos días ese centrocampista que complete su plantilla, pero no parece que vaya a ser sencillo que se encuentre un futbolista que cumpla con todos los requisitos.

En esta tesitura, lo más normal sería que el equipo se quedase con su actual configuración al menos hasta la reapertura del mercado en el mercado invernal. Con las dos primeras jornadas ya disputadas, quedan por delante dieciséis compromisos ligueros -además de los que se puedan disputar en la Copa del rey, donde de momento solo hay uno fijo con la eliminatoria contra el Numancia la semana que viene- hasta que el zoco se reabra el próximo 1 de enero.

Si finalmente no se puede encontrar ahora ningún jugador libre, será en el mercado invernal cuando la entidad del Paseo de Cervantes se verá obligada a realizar un esfuerzo para sumar nuevas fichas a una plantilla que en estos momentos solo cuenta con veinte fichas y es muy corta para afrontar la temporada completa. El problema principal a estas alturas de temporada puede venir marcado por alguna lesión de cierta gravedad -los pequeños problemas o las sanciones se pueden cubrir sin excesivos problemas si no se acumulan varios de ellos- que deje en el dique seco a uno o varios jugadores durante un largo período de tiempo y deje la plantilla todavía más reducida.