Vitoria - Para el Deportivo Alavés jugar en Mendizorroza comienza a ser un problema de dimensiones considerables que viene directamente asociado a su falta de puntería para acertar con la portería en las ocasiones que genera. Ayer de nuevo ese desacierto en los metros finales le condujo directamente hacia el paredón, más aún teniendo en cuenta que como oponente estaba un Numancia extremadamente peligroso como visitante y que se convirtió en el mejor equipo, de largo, que ha pasado por Vitoria. Le costó al cuadro soriano ejecutar, pero al final lo hizo. Aprovechó mejor su buen puñado de ocasiones, cuestión que de nuevo no fue capaz de resolver el equipo de Alberto, que sigue sin dar con la tecla cuando le toca jugar en casa. Y es que lo de quedarse sin marcar ante su parroquia comienza a ser un mal demasiado común para este equipo. Hasta cuatro partidos en casa sin mover el cero del marcador electrónico. Solo siete goles a favor en los ocho partidos jugados en el estadio del Paseo de Cervantes. Un registro muy bajo -el segundo peor de la Liga Adelante, superando solo al Llagostera-, que adquiere aún una dimensión más preocupante si se tiene en cuenta que cinco de esos siete tantos llegaron en los partidos ante Sabadell (3) y Barça B (2). Es evidente que si no se mejora en este apartado el sufrimiento va a ser una constante.

El guión ayer volvió a ser muy parecido al de partidos precedentes. De nuevo arrancó El Glorioso con el acelerador pisado a fondo en busca de avasallar al rival. A toda velocidad y sin dar opción de respiro a un Numancia al que le tocó abrir el paraguas y soportar, a duras penas, la tormenta albiazul comandada por Toti. Llegadas, internadas en el área y remates, pero nada de gol. Nada nuevo bajo el sol, ya que solo frente al Sabadell esa furibunda arrancada alavesista que siempre se repite ha tenido premio jugando en Mendizorroza.

Tras el esfuerzo inicial, el mando del partido fue a parar a los pies de un Numancia que disminuyó el nivel de las revoluciones con un ritmo más pausado. Incapaz de salir rápido por sus problemas con el balón, el cuadro local se vio durante muchos minutos a merced de un rival que mostró sus problemas también a la hora de aprovechar un buen puñado de ocasiones bastante claras.

Justo cuando parecía haber pasado lo peor para los albiazules y en el momento en el que Sangalli lanzaba con ímpetu de nuevo al equipo al ataque, el equipo de Anquela encontró el acierto negado para los vitorianos. Cinco o seis oportunidades bastante claras tuvieron los pupilos de Alberto. Como en casi todos los partidos disputados en el estadio del Paseo de Cervantes. Pero de nuevo el acierto dio la espalda.

Camiseta. Varios seguidores del Deportivo Alavés han mostrado su extrañeza por la decisión del club de no sacar a la venta la camiseta conmemorativa de la Capital Gastronómica con la que se jugará contra el Espanyol.