vitoria - Tras la agónica permanencia sellada hace unas semanas en Jaén, el Deportivo Alavés conserva su trozo del pastel en una Segunda División que a partir de la próxima temporada vivirá una de las ediciones más glamourosas que se recuerdan. Entre la magna identidad de los tres equipos que han descendido de la máxima categoría (Real Betis, Valladolid y Osasuna) y el retorno al fútbol profesional de dos históricos del fútbol español (Albacete y Racing de Santander), el mapa de la futura Liga Adelante será de órdago para un conjunto vitoriano obligado a hilar fino en materia de fichajes para no padecer los apuros de la pasada campaña.
Más le vale a Javier Zubillaga conformar una plantilla competitiva porque, en caso contrario, el inquilino de Mendizorroza se expone a ser devorado por numerosos rivales sobrados de tronío y con una gran historia a sus espaldas. Haciendo un repaso a la lista de 21 rivales albiazules en la Liga Adelante, que quedó ayer configurada de forma definitiva con la continuidad del Las Palmas y el ascenso del Leganés, se puede asegurar con rotundidad que habrá contadísimas cenicientas por el camino y, en cambio, un puñado de ogros dispuestos a recuperar su lugar en Primera. Antes de que eche a rodar el balón, como sucede en estos casos, al menos el 60% de los participantes fijará como principal objetivo el retorno a la élite. Luego, el paso de las jornadas irá colocando a cada uno en su sitio, pero de entrada la ambición abanderará a casi todos por las altas cotas que han alcanzado en el mundo del fútbol.
Y es que un dato ilustra la tremenda dureza del maratoniano torneo que echará a rodar a finales de agosto. De los 22 participantes, la friolera de 15 ya han saboreado las mieles de disputar la máxima categoría. Los únicos noveles son el Lugo, la Ponferradina, el Barcelona B, el Girona, el Alcorcón, el Llagostera -posiblemente, el rival alavesista con menos nombre por estar enclavado en una localidad de apenas 8.000 habitantes y que no podrá competir en su actual campo de hierba artificial- y el Leganés. Gerundenses y madrileños proceden del pozo de la Segunda B, igual que el Racing y el Albacete, dos históricos que amenazan con reverdecer viejos laureles tras padecer una dura travesía por el desierto en los últimos tiempos.
Un problema añadido para el Alavés será que muchos de los rivales que se han quedado esta temporada con la miel en los labios en el camino hacia la élite querrán dar un salto cualitativo y construirán plantillas si cabe más potentes. El ascenso se ha convertido en una obsesión, por ejemplo, para el Sporting o el Real Murcia, eliminados recientemente en la primera eliminatoria del play off. El Recreativo de Huelva, el Alcorcón y el Sabadell, tres equipos que estuvieron a punto de alcanzar la ansiada séptima plaza, también se perfilan como huesos duros de roer.
grandes en apuros Tras una campaña repleta de altibajos, el Tenerife volverá a apelar al calor de su incansable afición para estar más cerca de los mejores. También se mantiene en la categoría de plata un Numancia que, desde su descenso en la temporada 2000-01, siempre se convierte en un adversario correoso y aguerrido, especialmente en su estadio de Los Pajaritos. El Lugo, que volverá a contar en el banquillo con el incombustible Quique Setién, y la Ponferradina, están avisados tras los apuros de este ejercicio. Ambos tuvieron que aguardar hasta prácticamente la última jornada para sellar una angustiosa salvación. Lo mismo le sucedió a un Mallorca que coqueteó con el desastre tras una trayectoria convulsa que se cobró la cabeza de varios entrenadores. Una auténtica incógnita será el rendimiento del Real Zaragoza, acuciado por unas deudas astronómicas y con un vacío de poder que le mantiene hoy en día al borde de la desaparición.
En definitiva, al Deportivo Alavés le aguarda desde la jornada inaugural una exigente hoja de ruta en una Segunda con aroma a Primera. A diferente de lo sucedido la pasada temporada, un objetivo primordial residirá en hacer acopio de puntos en los primeros partidos para ganar confianza y marcar territorio respecto a la zona caliente, en la que el cuadro vitoriano convivió a lo largo de las 42 jornadas. En caso contrario, los fantasmas pueden volver a sobrevolar Mendizorroza. Otra trayectoria tan errática sería difícil de sobrellevar para el alavesismo, cuya cuota de sobresaltos ha quedado cubierta con creces y ahora confía en remontar el vuelo gracias a renovaciones y fichajes ilusionantes.