Vitoria - En el entorno del Deportivo Alavés se lleva muchas semanas hablando de finales y lo cierto es que el equipo ha salido de esos partidos calificados como definitivos con muy pocas sonrisas. Así, como los resultados positivos no llegan y el calendario apura sus fechas, cada compromiso va ganando en relevancia al anterior. Y el de esta tarde en Lugo comienza a ser uno de esos en los que ya el cara o cruz se antoja inevitable. Siempre quedarán las matemáticas y el agarrarse a los resultados ajenos, pero lo que dicta la realidad es que solo los tres puntos permitirían conservar esperanzas reales de conservar la categoría. Y con ese objetivo ha viajado el equipo a Lugo, en busca de una victoria ineludible para mantener viva la ilusión del alavesismo.
De la mano de Alberto, en sus últimos compromisos ha encontrado el equipo vitoriano la senda que venía buscando desde el inicio del curso. Por fin ha desterrado casi por completo esos errores garrafales que tantos puntos le han costado y el bloque defensivo se ha solidificado. La senda es bien conocida y de repetir el trayecto dependen en buena parte las opciones de éxito en el Anxo Carro. Eso sí, tampoco es sencillo ante un equipo como el de Quique Setién que lleva la posesión de balón asociada a su genética y que exige de un gran derroche físico para buscar la recuperación y la contra, donde el acierto ha aparecido casi siempre y ahora vuelve a ser vital. En cuestión de nombres, la única variante que se perfila en la alineación de Alberto es la entrada de Tejera en sustitución de Emilio Sánchez.
Pero, aspectos futbolísticos a un lado, lo que tiene que demostrar el Alavés esta tarde es que se juega mucho más que un Lugo que virtualmente está salvado. El estado de necesidad por el que atraviesa el conjunto vitoriano es tal que se debe evidenciar esa diferencia entre un equipo local que ya debe estar relajado y un visitante que ha de salir con el cuchillo entre los dientes en busca de sus últimas opciones de conservar la categoría.
De momento, la jornada se abrió en la tarde de ayer con un resultado bastante favorable para los intereses albiazules, ya que el Mallorca, el equipo que en estos momentos marca la línea del descenso, no fue capaz de pasar del empate directo ante otro de los conjuntos que se encuentran en la zona baja, el Jaén. Aunque ganase esta tarde, el Alavés no saldría de la zona roja pero se acercaría mucho a la salvación. - B. Mallo