ponferrada- Después del mazazo de ayer en El Toralín, al Deportivo Alavés sólo le queda rezar y esperar a que los astros se alineen en la dirección adecuada para que, al menos, pueda seguir enganchándose a la vida a falta de cinco jornadas. Cuando toda hacía indicar ayer que el equipo podía ser capaz de sumar su tercera victoria consecutiva de la temporada, entregó la segunda mitad, reculó en exceso y acabó pagándolo. Sin tanto nivel de autocrítica compareció Alberto López en sala de prensa para tratar de explicar lo ocurrido, sobre todo tras el descanso. "Teníamos el partido controlado ante un muy buen rival, pero el debe de hoy (por ayer) del equipo ha sido no saber cerrar este tipo de partidos", explicó el técnico albiazul, que fijó el punto de inflexión del choque en el gol de Fofo a balón parado después de una falta dudosa. "El empate nos ha hecho mucho daño, nos ha hecho dudar más de lo que debería y no hemos sabido pararles. A partir de ahí se han venido arriba".
Contrariado por lo que podría haber sido y no fue, abundó el técnico irundarra en la falta de intensidad mostrada por sus jugadores en momentos puntuales del partido. "No vale con una buena mitad. Con el empate, al equipo le ha costado tener esa intensidad y valorar, quizá, que el empate no habría sido una mala opción" para acercarse más a la ansiada salvación, escenario que Alberto no quiso valorar. "No merece la pena hablar de ello. Hay que ir partido a partido y sumar los puntos. En esta Segunda División se está viendo que cualquiera es capaz de ganar a cualquiera", concluyó.