vitoria - Durante las últimas semanas y de manera muy especial tras el empate del pasado domingo ante el Zaragoza, uno de los grandes temas de conversación en Vitoria pasa por tratar de cuantificar las posibilidades de salvación con las que cuenta el Deportivo Alavés en la tortuosa temporada de su regreso al fútbol profesional. Como en prácticamente todos los órdenes de la vida, los hay que se dejan llevar por un pesimismo enfermizo y quienes recurren a un inagotable optimismo para ver la botella mucho más llena que vacía. Sin embargo, se trata simplemente de sensaciones válidas para las charlas de barra de bar pero que no cuentan con demasiados argumentos detrás. Pues bien, para tratar de aportarlos conviene bucear en uno de los pocos aspectos que puede ofrecer una predicción hasta cierto punto fiable, los precedentes. Y atendiendo a lo sucedido en el pasado, la conclusión es que El Glorioso cuenta en estos momentos con un nada desdeñable 30% de opciones de conservar la categoría a la conclusión del curso.

Eso es al menos lo que se desprende del repaso de las dos últimas décadas de competición en la Segunda División. En concreto en las veintiuna Ligas que se han disputado desde la campaña 1992-93 hasta la actualidad han sido seis los equipos que estando penúltimos a falta de jugarse los diez partidos finales del campeonato han logrado finalmente su propósito de evitar el descenso. Lo que supone un 28.5% de posibilidades de éxito al que debe aferrarse el conjunto de Mendizorroza con uñas y dientes durante los poco más de dos meses en los que se juega su futuro a corto y medio plazo.

El ejemplo más reciente que marca la senda que debe tratar de recorrer el plantel de Alberto López data de la temporada 2007-08 y tiene como protagonista al Xerez. El conjunto gaditano marchaba 21º con 33 puntos en su casillero en la jornada 32 y terminó en la decimoquinta plaza con 52 puntos merced a un sprint final fantástico que le permitió lograr la permanencia de manera holgada. La trayectoria azulona también guarda otra similitud con la actual del Deportivo Alavés y es que, al igual que el combinado vitoriano, también contó con tres entrenadores. Arrancó en el banquillo Miguel Ángel Roldán, que due destituído tras diez jornadas y le suplió Juan Martínez pero el artífice de la remontada fue Esteban Vigo, que tomó las riendas del equipo en el 25º capítulo liguero. Curiosamente, otro de los equipos implicados en la pelea por la salvación en aquella oportunidad era El Glorioso, que cayó derrotado 3-0 en su visita a Chapín en la 36ª jornada pero que, finalmente, también acabó salvándose merced a su agónico triunfo sobre el Celta en Balaídos (2-3).

Al margen del Xerez, hay otros ejemplos de remontadas con final feliz como la que aspira a protagonizar en las próximas semanas el conjunto de Mendizorroza. En el curso 2003-04 fue el Málaga B el artífice de una proeza muy similar a la de la escuadra gaditana. Así, pasó del penúltimo puesto (33 puntos) con diez encuentros por disputarse al decimoquinto (49) a la conclusión del campeonato.

Una situación similar protagonizó también el Polideportivo Ejido en la temporada 2001-02. El equipo almeriense era igualmente el segundo por la cola con 31 puntos tras jugarse la 32ª jornada pero logó mejorar considerablemente sus prestaciones para recolectar una excelente cosecha de 19 puntos que le permitió llegar hasta los 50 y, lo que todavía era más importante, ascender hasta la decimoctava plaza que le garantizaba la continuidad en la categoría de plara durante una campaña más.

Para encontrar los otros tres casos de combinados que encontrándose en la situación actual del Alavés lograron evitar el fatídico descenso hay que adentrarse ya en el siglo pasado. De esta manera, el Eibar lo consiguió en el curso 1998-99. Los armeros tenían 26 puntos en su casillero antes de la disputa de los diez últimos compromisos ligueros y acabaron con 47 justo en el primer puesto que les permitía mantener la categoría (18º).

Un caso que ya se había producido justo un año antes aunque en esa ocasión con el ya desaparecido Logroñés como protagonista. En uno de los históricos milagros del inolvidable presidente Marcos Eguizábal, los riojanos eran penúltimos con 29 puntos tras la jornada 32 y al final de la Liga ocuparon el puesto decimoctavo con 46.

Por último, en la temporada 1994-95 (con veinte equipos en la competición en lugar de los 22 actuales y dos puntos por victoria en vez de los tres vigentes en estos momentos) el Bilbao Athletic logró mantenerse en Segunda División pese a ser penúltimo con 21 puntos en la jornada 28 al acabar sumando 32 tras la disputa de los 38 partidos que le auparon hasta la 16ª posición.