insolvente. Oficialmente declarado, además. Cuando parece que este Deportivo Alavés cuenta con crédito en el bolsillo, poco le dura el parné. La inseguridad defensiva que transmite una semana detrás de otra es ya una pesada losa que se hace cada vez más pesada de levantar. Lo demostró ayer de nuevo en un arranque de segunda parte nefasto, en el que encadenó varios errores consecutivos graves, recibió dos nuevos goles y lapidó las opciones de sacar un resultado positivo con las que anteriormente, y con razones, había llegado a soñar. Los 24 goles encajados ya son una cifra que eclipsa por completo los sobresalientes registros ofensivos de un equipo que tiró de heroica en los minutos finales y que trató de recuperar a golpe de gol lo que anteriormente ya había perdido a través de esos males ya conocidos.

Repetía Natxo González defensa por segunda jornada consecutiva y reforzaba la misma con la entrada de Nano por delante de Manu García en la banda izquierda. Los problemas en ese lateral son evidentes y por ahí llegaron los mayores problemas en la primera parte, aunque, en líneas generales, el Mallorca no generó ocasiones claras y el cuadro vitoriano mostró una solvencia que no ha sido muy habitual, con Goitia dejando, además, un par de paradas que tampoco son las acostumbradas a lo largo del curso.

Por desgracia, todo se vino abajo con el paso de los vestuarios. Una nueva lesión privó a la zaga del central que más seguridad viene aportando. Y una sucesión de errores graves en apenas ocho minutos propiciaron que la desventaja en el marcador se fuese hasta los dos goles, a la postre insalvables.

Aprovechó el Mallorca su pegada en un par de acciones aisladas en las que los errores individuales fueron de una gravedad extraordinaria que ya viene siendo excesivamente rutinaria. En las dos ocasiones, tanto Gerard Moreno como Nsue le ganaron la partida a Manu García. Uno por delante y el otro por detrás. Sufre el vitoriano en defensa y lo saben los rivales. Quienes parecen no verlo todavía son sus compañeros, que tampoco le echaron ayer una mano en las coberturas. Dos situaciones de ventaja y dos goles encajados. Otros dos goles encajados más.

Por ahí se desangra este equipo que pudo irse goleado de su visita a Palma si el Mallorca no llega a fallar después en acciones muy claras. La hemorragia sigue abierta y los nervios al primer golpe recibido son cada vez más evidentes.