Vitoria. Seis partidos ha necesitado el Deportivo Alavés para estrenar su casillero de victorias en Segunda División y por eso el triunfo de ayer contra el Sporting deja un regusto todavía más dulce para un equipo que se había visto excesivamente penalizado a pesar del buen juego desplegado casi siempre.
"En esta vida todo llega, con trabajo y un poquito de paciencia todo llega. Ha sido un gran partido por nuestra parte, un gran primer tiempo y un segundo tiempo en el que hemos sabido jugar con ese resultado favorable. Esta victoria premia por fin el buen trabajo que se estaba haciendo y reafirma el camino que estamos siguiendo, que es el correcto", señaló Natxo González.
El técnico destacó la "intensidad y velocidad del primer tiempo" y la seguridad mostrada en el segundo para conservar la ventaja y dejar la portería a cero: "No quería que el equipo se relajara, que el grado de concentración no baje nunca, ganes, empates o pierdas. Teníamos que intentar seguir haciendo bien lo que estábamos haciendo bien e ir corrigiendo lo menos bueno, como ser intensos en las áreas, que haya más sobreactivación, y lo conseguimos".
Siete de los titulares ayer fueron jugadores que consiguieron el ascenso y el técnico valoró que son "gente implicada, trabajadora, de club, que están sabiendo aprovechar una oportunidad que no se puede dejar escapar" y también aseguró que pese a la mala racha su confianza en el grupo era muy alta. "Las victorias son el jarabe para todo, pero yo, en cualquier caso, no estaba nervioso, estaba tranquilo por lo que me estaba transmitiendo el equipo", concluyó.