Vitoria. El Deportivo Alavés ha concretado durante las últimas horas el fichaje del futbolista que llega al equipo para completar el centro del campo de Natxo González y competir por un puesto con los Beobide, Jaume y Emilio Sánchez. Se trata del joven mediocentro Carlos Lázaro (Medina del Campo, 22 años), quien ayer ya se encontraba en Vitoria. A primera hora de la mañana superó el reconocimiento médico en Ibaia, estuvo reunido por el director deportivo, Javier Zubillaga, y de la mano del secretario técnico, Sendoa, abandonó la ciudad deportiva para cerrar los últimos flecos del acuerdo justo poco antes de que los que serán sus nuevos compañeros saltará al césped para comenzar el entrenamiento matinal. Poco después regresaba a Valladolid, donde se espera que hoy cierre la desvinculación con su actual club. El centrocampista pucelano firmará para las dos próximas campañas, por lo que el Alavés se asegura la presencia en el equipo de un futbolista con claro margen de crecimiento que no entraba en los planes de de Juan Ignacio Martínez.

La historia de Carlos Lázaro viene a ser una repetición de la que han vivido varios de los nuevos integrantes de la plantilla alavesista. Y es que una grave lesión de rodilla seguida de una traumática recuperación (hubo de pasar por el quirófano en varias ocasiones para corregir unos problemas ahora ya desaparecidos) le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante cerca de dos temporadas. Después de haber debutado en Primera con el Valladolid con apenas 19 años de la mano de José Luis Mendilibar en la campaña 2009-10 (jugó ocho partidos y también tuvo presencia en el equipo que acabó descendiendo con Onésimo y Javier Clemente), los problemas con las lesiones le mantuvieron durante mucho tiempo en el dique seco, pero la última temporada cedido en el Huesca le ha servido para volver a sentirse futbolista y recuperar unas sensaciones que había perdido.

Pese a que físicamente ya se encuentra completamente restablecido -la pasada temporada disputó 28 partidos y 2.169 minutos en Segunda- y que es considerado como uno de los productos de la cantera vallisoletana más interesantes, Carlos Lázaro fue uno de los descartes de Juan Ignacio Martínez, que indicó a la conclusión de los amistosos de pretemporada que el mediocentro nacido en Medina del Campo y criado en Olmedo no tenía hueco en sus planes, cuestión que le fue comunicada a principios del presente mes.

El centrocampista tenía contrato en vigor con el equipo en el que milita desde los doce años hasta el final de la presente temporada 2013-14, pero el hecho de no entrar en los planes del nuevo entrenador le ha llevado a rescindir ese año de vinculación que aún le quedaba para rubricar un nuevo acuerdo con el Alavés para las dos próximas temporadas, con lo que el conjunto vitoriano deja cerrado su eje del campo al sumar al vallisoletano a la terna conformada por Jaume, Beobide y Emilio Sánchez.

Lázaro, de 1,80 metros, es un centrocampista de mucho recorrido y desgaste, con una gran capacidad en la recuperación de balón y también diestro a la hora de dar el primer pase. Sin ser sobresaliente en nada en concreto, es un futbolista completo y notable en esas labores de desgaste, sacrificio y capacidad de sacar el balón jugado con celeridad que requiere un centrocampista en la categoría de plata. No en vano, sus cualidades en las categorías inferiores del Valladolid y su estreno con el primer equipo le llevaron a ser convocado por Luis Milla para la selección española sub'19. Esa tendencia ascendente se vio truncada de cuajo por la sucesión de problemas en la rodilla que le mantuvo dos años casi en blanco, pero tras temporada y media jugando con asiduidad en el Huesca ha crecido tanto futbolística como mentalmente y ahora pretende dar un nuevo paso adelante de la mano del Alavés.

Como aspecto positivo, Lázaro llega a Vitoria después de haber completado la pretemporada a las órdenes de Juan Ignacio Martínez. Con el Valladolid ha participado en los entrenamientos y también en cuatro partidos amistosos, así que físicamente se encuentra en buenas condiciones. En esta tesitura, lo apremiante ahora es que complete la fase de adaptación necesaria para asimilar los conceptos de Natxo González para que pueda estar disponible cuanto antes para jugar a las órdenes del vitoriano.