Vitoria. Dice una de las muchas frases que llenan el inagotable repertorio de tópicos que suelen acompañar a las conversaciones de bar que las segundas partes nunca fueron buenas. Sin embargo, Emilio Sánchez se ha propuesto echar por tierra esta máxima y desde que hace unos días rubricó su nuevo contrato con el Deportivo Alavés únicamente tiene una cosa en mente, sustituir la hiel que le acompañó en su primer paso por Mendizorroza por miel. Cuatro ejercicios atrás, dijo adiós tras destacar como uno de los jóvenes valores que había destacado en un equipo que, sin embargo, consumó el fatídico descenso a Segunda B. Ahora, vuelve en plena madurez y con el propósito de ayudar al Glorioso a consolidar el sitio en la categoría de plata que tanto ha costado recuperar. Su declaración de intenciones inicial en su presentación oficial no deja lugar a las dudas. "Me fui de aquí con mal sabor de boca, con un descenso y la verdad es que vengo con ilusión y con ganas de hacer una buena temporada en lo individual y en lo colectivo y espero que todo acompañe", asegura.

El tiempo de separación ha servido para que ambas partes se reencuentren con muchas ganas y el propósito común de reeditar una unión provechosa. Con un recorrido profesional más profundo tras su paso por el Recreativo de Huelva y el Murcia, Emilio está dispuesto a volcar todo lo aprendido en el Alavés. "No sé si se va a ver a un jugador diferente pero con más experiencia en la categoría sí que llego porque han pasado cuatro años y he acumulado partidos y experiencia. Y para eso vengo, para aportar todo lo que pueda a este grupo, a este equipo y para cumplir los objetivos", destaca.

Precisamente esas horas de vuelo en la categoría de plata le convierten en uno de los pesos pesados de un vestuario en el que, por el momento, son mayoría los noveles en Segunda. Un papel que en absoluto le asusta. "Creo que hay que asumir responsabilidades y cada uno tiene unas condiciones, unas características y ya está pero el fútbol es de equipo. Debemos ser un bloque, un grupo. La experiencia me dice que eso es lo más importante, que seamos un grupo y partiendo de eso a pensar semana tras semana y, lo más importante, a cumplir con los objetivos", relata.

Si hay una idea que se repite en el discurso del nuevo cerebro albiazul es la que sitúa al colectivo por encima de cualquier apartado individual. Ha vivido en carnes propias lo positivo y lo negativo que pueden acarrear la presencia o la ausencia de esta máxima y por ello no tiene dudas al respecto. El mejor ejemplo, su anterior paso por Mendizorroza. "Sinceramente guardo buen recuerdo. Estuve muy a gusto aquí y por eso he valorado siempre esta opción de volver y me ha apetecido mucho volver a Vitoria. Lo que pasa es que a nivel colectivo vivimos un año complicado a pesar de tener, buenos jugadores. Por eso muchas veces no es tan importante tener buenos jugadores sino hacer un bloque, ser un buen grupo, tener un buen equipo. Me fui con un sabor amargo por el descenso porque vivimos una situación muy desagradable, descender con este club no lo esperaba nadie, pero a su vez Vitoria es una gran ciudad, la gente muy maja y mi familia y yo estuvimos encantados y de hecho una de las claves por las que vuelvo es por eso. Estuvimos muy a gusto, me sentí querido y ahora esperemos que sea lo mismo pero que en lo colectivo todo acompañe y podamos cumplir con los objetivos que es lo más importante".

Para ello, Emilio Sánchez tiene clara la receta. "Es una carrera de fondo. Se trata de ser regular, ser constante y ya está. Si todo va bien, si el Alavés consigue ser un grupo y ser constante y regular creo que puede hacer una buena temporada", vaticina.

Para ello, sin duda también tendrá una notable importancia la comunión que consiga el equipo con su afición y en este sentido el centrocampista albaceteño también lo tiene muy claro. "Del club a día de hoy conozco a muy poquita gente, me ha dado poco tiempo para conocerla pero la ciudad y el club me transmiten ilusión, que la gente está con el equipo y eso es muy positivo. La verdad es que se respira ilusión", significa.

No obstante, el jugador alavesista también advierte de las dificultades de la empresa con la que arrancará el curso El Glorioso y que pasa inexorablemente por adaptarse lo antes posible a una categoría en la que no ha militado en los últimos cursos. "La Segunda División año tras año va cogiendo mucho nivel, vemos muchos clubes históricos dentro de esta categoría, plantillas importantes... Pienso que es una Liga muy competitiva, con muchos partidos, cada jornada es importante y lo más destacado es que cualquier equipo puede ganar a cualquiera. Eso lo debemos tener bien en cuenta y ya está, pensar en nosotros", reseña.

Por último Emilio -que ha suscrito un contrato por una única temporada sin cláusulas de posible renovación adicionales- desea coger cuanto antes el ritmo de trabajo de sus nuevos compañeros para dejar atrás un curso, el pasado, en el que los sinsabores fueron más numerosos que las alegrías. "Estoy empezando a entrenar, venía de estar parado aunque había hecho algo en casa pero venía de una situación bastante compleja y estoy entrenando a tope para intentar coger la forma, aprovechar los amistosos y ponerme a tono lo antes posible. El pasado fue un año complicado para mí la verdad. Nunca había tenido lesiones y esta temporada vamos a dejarlo en que fue muy compleja en todos los sentidos, no me quiero extender más", resumió.