en la escalera que conduce al ascenso hay que ir superando diversos tramos de dificultad creciente y el Deportivo Alavés, tras treinta y tres jornadas ligueras, ha conseguido encaramarse al primero de esos escalones. Con cinco partidos y quince puntos aún por ponerse en juego, la combinación de resultados de la tarde de ayer propicia que el equipo de Natxo González haya asegurado ya de manera matemática su clasificación para el play off de ascenso. Es el primero de toda la categoría de bronce en conseguirlo, ya que con sus 70 puntos es el mejor equipo de los cuatro que componen la Segunda División B. Un paso, el primero hacia el ascenso y el menos importante de todos, pero un logro en todo caso.

Cabe recordar que solo en una de las tres campañas precedentes ha conseguido el Alavés clasificarse para las eliminatorias de ascenso. Fue hace dos cursos, de la mano de Miguel Ángel Álvarez Tomé. Ni en el curso precedente al citado ni en el posterior se consiguió el que era el objetivo mínimo que tenía que alcanzar la entidad del Paseo de Cervantes. De la mano de Natxo González, que consigue su tercera clasificación en cinco años, el reto se ha cumplido en un tiempo récord. El preparador vitoriano ha ensamblado al que numéricamente es el mejor equipo, y de largo, de la categoría y ha marcado unas diferencias brutales con casi todos sus perseguidores. Sin ir más lejos, los dieciséis puntos que le separan del quinto clasificado, el Barakaldo, son los que le han permitido asegurar tan temprano el primer objetivo de la temporada.

Cumplido con ese mínimo que no siempre se ha logrado, el conjunto vitoriano también tiene perfectamente encaminado el asalto al segundo de los escalones que conducen hacia el ascenso. Líder indiscutible desde la tercera jornada liguera, el cuadro albiazul consiguió ayer de nuevo ampliar su renta con respecto al segundo clasificado, que tras este fin de semana ha vuelto a variar de identidad. El Bilbao Athletic empezaba la tarde a tres puntos de distancia de los vitorianos, pero la acababa a cinco y en la tercera posición tras empatar en Tudela. De esta situación sacó partido el Eibar, que se impuso con comodidad al UD Logroñés y empata a puntos, aunque superándole por el gol average, con los rojiblancos, quedándose a cinco de diferencia del inamovible primer clasificado, que vuelve a disfrutar de una cómoda renta que manejar.

Con cinco puntos favorables y cinco partidos por jugarse, los de Natxo González lo tienen todo en su mano para asegurar ese primer puesto en el que han permanecido de manera perenne todo el año.