cada vez son más los jugadores que llegan a Primera División procedentes de la Segunda B sin necesidad de hacer una parada antes en la categoría de plata. Por necesidades económicas y también por la calidad que muchos equipos de la división de bronce atesoran, el salto a la máxima categoría ya no es tan complicado como antaño y no pocos son los clubes de la otrora Liga de las estrellas que, por necesidad o por calidad, se fijan directamente en los jugadores que militan dos categorías por debajo. El tránsito más normal es el que se produce entre los filiales y el primer equipo. Es el caso de la Real Sociedad, rival mañana del Deportivo Alavés y que en los últimos años ha dado la alternativa en Primera a futbolistas que hace apenas dos días competían directamente con el conjunto vitoriano. El salto, sin necesidad de hacer parada de formación en Segunda como antaño se hacía en forma de cesiones, parece ahora mucho más sencillo, siempre, eso sí, que los futbolistas sean de calidad, como es el caso de muchos de los formados en Zubieta. En total, cerca de un centenar de jugadores de Primera no han pasado por Segunda, dando el santo directamente desde la división de bronce y siendo el Valladolid y el Celta, por su pasado reciente en la categoría de plata, los únicos que no cuentan con algún jugador de este tipo.
Para el club donostiarra la cantera es histórica tradición y gran parte de la plantilla de Phillipe Montanier procede directamente de Zubieta. Su experiencia reciente en Segunda hizo que muchos de sus jóvenes futbolistas subieran al primer equipo, erigiéndose en protagonistas del ascenso y logrando continuidad y buenos resultados en la máxima categoría. Ahora, nuevos talentos se siguen sumando a las final del plantel principal, pero los últimos casos lo hacen directamente desde la categoría de bronce.
Así ha ocurrido recientemente con futbolistas como Iñigo Martínez, Asier Illarramendi, Rubén Pardo y Liassine Cadamuro. El propio Alavés ha probado en sus carnes la calidad de estos cuatro futbolistas que en estos momentos militan a las órdenes de Montanier y que hace poco tiempo luchaban por demostrar su potencial, y bien que lo hacían, en una categoría tan complicada como la Segunda B donde casi siempre es bastante complicado que la técnica se imponga al físico.
La Real Sociedad, además de destacar en la formación de jóvenes valores, también ha sabido desde siempre rastrear otros mercados en busca de futbolistas de proyección y en su primera plantilla, aunque ya mucho más curtido, hay otro jugador que no conoce lo que es pasar por Segunda División, aunque en el caso de José Ángel el salto lo dio con el Sporting de Gijón.
Se resumen en el cuadro donostiarra las dos principales tendencias que demuestran los clubes de Primera, quienes o bien echan mano de los recursos de sus canteras o acuden a los caladeros futbolísticos más relevantes, es decir las categorías inferiores de otros equipos, en busca de talento. Pocos, aunque existen, son los casos de futbolistas que pasan de un equipo principal de Segunda B a otro de Primera, ya que normalmente han de pasar por un período de aprendizaje en forma de cesión o de permanencia en un filial.
En el caso de la explotación de la cantera propia con el paso directo de Segunda B a Primera, el caso más prolífico es el que representa el Athletic. Hasta quince de los futbolistas que se encuentran a las órdenes de Marcelo Bielsa se han formado en Lezama y llegaron al primer equipo directamente desde el Bilbao Athletic, en categoría de bronce durante los últimos años. Los dos últimos casos, de esta misma temporada, han sido los protagonizados por Jonás Ramalho y Aymeric Laporte. El punto diferencial lo pone Isma López, formado en las categorías inferiores rojiblancas pero fichado para el primer equipo después de militar la pasada temporada en el Lugo. El único futbolista procedente de Lezama que juega en Primera y no ha pasado por Segunda es el guardameta del Deportivo Dani Aranzubia.
En el entorno vasco, Osasuna también es un equipo acostumbrado a nutrirse directamente de sus jugadores de Segunda B. Es Tajonar una de las canteras de mayor rendimiento del fútbol mundial, con productos repartidos por toda Europa, y a las órdenes de José Luis Mendilibar militan actualmente seis futbolistas que han llegado al primer equipo directamente desde el Promesas. Miguel Flaño representa la veteranía, mientras que Raoul Loé, Timor, Annunziata, Onwu y Roberto Torres son figuras de última generación con las que el Alavés ya ha competido.
Del barro a la gloria Equipos vascos aparte, la máxima representación de esa apuesta por la cantera la representa el Barcelona, aunque en su caso la presencia del segundo equipo en la categoría de plata hace que el salto no sea tan grande. Eso sí, hasta cinco son los actuales componentes del equipo de Tito Vilanova que dieron el salto directamente desde la división de bronce. Nombres tan relevantes como los de Messi, Iniesta, Valdés, Pedro o Busquets. Este último, además, apenas pisó la Segunda B, ya que después de haber subido desde Tercera de la mano de Pep Guardiola apenas disputó un par de partidos antes de ser reclamado por su antiguo entrenador y convertirse un fijo en el primer equipo.
La cantera barcelonista, además, también abastece a otros clubes. Así, Giovani Dos Santos (Mallorca); Botía y Fernando Navarro (Sevilla); Xavi Torres (Getafe); y Verdú y Víctor Sánchez (Espanyol); salieron del filial culé desde Segunda B en busca de las oportunidades que no iban a tener en el primer equipo. La última gran irrupción en Primera desde un filial de la categoría de bronce ha sido la del rayista Leo Baptistao, que está deslumbrando en la presente temporada.
Esa búsqueda de talentos en caladeros ajenos es la segunda tendencia destacada entre los clubes de Primera. El que más rendimiento le saca a esa exploración de las categorías inferiores es el Getafe, que cuenta con siete futbolistas procedentes directamente de Segunda B de entre los que solo Barrada se ha formado en su cantera. El resto, Moyà (Mallorca), Sarabia (Madrid), Lopo (Espanyol), Xavi Torres (Barça), Paco Alcácer (Valencia) y Álvaro Vázquez (Espanyol), los ha pescado en otros clubes.
Pero para descubrimientos en canteras ajenas, el del Málaga con Isco, quien abandonó el filial del Valencia para brillar en la capital de la Costa del Sol. Manuel Pellegrini, además, cuenta esta temporada con dos futbolistas llegados directamente desde el filial en tercera, como son Portillo y Fabrice Olinga, el goleador más joven en la historia del fútbol estatal habiendo marcado con 16 años y 98 días.
El otro extremo lo representa el Real Madrid, donde solo Morata ha pasado directamente del filial desde Segunda B al primer equipo, pero que cuenta con Sergio Ramos y Raúl Albiol como jugadores que no han pisado la categoría de plata. En estos dos casos, no los captó directamente de las canteras, sino que echó mano de billetera para adquirirlos a Sevilla y Valencia, respectivamente.
Extraña tendencia El último caso es el protagonizado por futbolistas que destacan en sus equipos de Segunda B y son contratados directamente por clubes de Primera. Los ejemplos son contados, ya que normalmente antes superan un período de formación, ya sea a través de cesiones o de permanencia en el filial. Así le ha pasado en el Betis a Eder Vilarchao, quien llegó al filial verdiblanco procedente del Sestao y ya se ha estrenado a las órdenes de Pepe Mel. El Espanyol, un club especialista en echar mano de la categoría de bronce con diez futbolistas que no han pasado por Segunda en su plantilla al mismo tiempo que es un exportador de talentos, tiene en su equipo a Raúl Rodríguez, procedente del Gramenet; y Cristian Alfonso y Cristian Gómez, que llegaron desde el Hospitalet. El otro ejemplo lo protagoniza el Zaragoza, que cuenta en sus filas con un par de jugadores que proceden directamente de clubes cuya máxima categoría es la Segunda B, como son Martín Berjano (Jaén) y Víctor Rodríguez (Badalona).