Que a ningún deportista profesional le gusta perder es una perogrullada, pero especialmente dolorosas son las derrotas cuando queda mucho tiempo por delante para rumiarlas, como sucede en el compromiso que este sábado tiene que afrontar el Deportivo Alavés en Tudela y que abrirá un parón competitivo de quince días. "Queremos irnos de vacaciones contentos y con más de cuarenta puntos, que es algo muy difícil de conseguir en una vuelta. Si no ganas este partido, te vas a casa y te pasas los dos o tres primeros días enfadado a pesar de que estás con la familia. Tenemos que ganar para irnos contentos y recargar de nuevo las pilas", remarcó Luciano tras el entrenamiento de ayer.