Valencia. Como si fuese la mañana del 22 de diciembre, el alavesismo se despierta hoy expectante e ilusionado a partes iguales. Aguarda el girar de unas bolas, la fortuna en el destino. Como en el tradicional sorteo de la Lotería Nacional que alegra las casas de nuevos ricos en las vísperas navideñas, El Glorioso espera su particular gordo adelantado en el que de partida sabe que cuenta con premio seguro. Eso sí, será la suerte la que determine la cuantía de un regalo que puede ser multimillonario o quedarse en la pedrea.

Como si fuera una revisión de la histórica cinta Siete novias para siete hermanos, el septeto de modestos de la Segunda División B que ha conseguido superar la criba de las tres primeras eliminatorias coperas -algún afortunado solo ha tenido que pasar dos- se encuentra en el camino con la opción de hacer caja con la visita a su estadio de uno de los equipos de Primera División que se encuentra disputando esta temporada competiciones europeas. Premio gordo, pero en el que hay diversas categorías dentro de un sorteo de escalones bien diferenciados para los clubes de la categoría de bronce, los más expectantes de cara al sorteo que se celebrará a mediodía.

Para el Alavés, y siempre desde el punto de vista de los ingresos económicos y dejando a un lado la poco probable posibilidad de avanzar de ronda, los dos ocupantes del escalón más alto en el nivel de prioridades son Barcelona y Real Madrid. Culés y merengues son los dos clubes con mayor potencial de atracción del fútbol mundial, cuentan con una gran capacidad de arrastre y llevan ya años sin visitar Vitoria. Todo ello propiciaría poner un precio elevado a las entradas del partido de ida -inicialmente previsto para el 31 del presente mes- que incluso se venderían en las localidades del entorno, recabar unos buenos dineros por derechos de retransmisión y poner al club en el escaparate mediático del que tanto tiempo lleva alejado, lo que también supondría una mejoría en los ingresos publicitarios.

El siguiente en este particular nivel de preferencias sería el Athletic, un club de gran arraigo en la provincia que ya hace un par de temporadas propició un buen taquillaje en un partido de pretemporada. El club rojiblanco cuenta con una capacidad de convocatoria como pocos, pero también es cierto que sus seguidores cuentan con facilidades para ver sus compromisos dada la cercanía de San Mamés. Pese a ello, el club bilbaíno aseguraría una buena recaudación por venta de entradas y propiciaría cierto morbo por ver de nuevo un enfrentamiento que lleva ya demasiado tiempo olvidado.

El siguiente en esta particular lista sería el Atlético de Madrid, un club que cuenta con muchos aficionados más allá de los de su entorno de influencia. El problema en este caso, es que el precio de las entradas no podría ser demasiado alto. Eso sí, dentro de la seguridad de ingresos que proporciona la visita de los clubes de Primera, mucho peor negocio supondría que en el sorteo el Alavés se emparejase con Valencia, Málaga y, sobre todo, Levante, el rival al que todo el mundo quiere evitar en la siguiente ronda por su escaso atractivo pecuniario para el agraciado.