Vitoria. Uno de los grandes culebrones de la temporada del Deportivo Alavés, la lesión de tobillo con la que Sergio Ayala llegó procedente del Barcelona, vive sus últimos episodios. El central catalán se encuentra en la última etapa de su recuperación y todos los informes recabados por el club vitoriano son positivos. El futbolista se someterá esta semana a una nueva revisión y, si todo marcha tan bien como hasta ahora, se espera que Ayala esté de regreso en la capital alavesa "a finales de la próxima semana" para ponerse de inmediato a las órdenes de Natxo González.

Si finalmente se cumplen estos plazos previstos por el club y que están en consonancia con los informes remitidos desde Barcelona, se finiquitará de manera definitiva un caso que comenzó torcido desde el principio. Que la lesión de tobillo que sufre Sergio Ayala iba a ser mucho más grave de lo inicialmente previsto era algo que los servicios médicos alavesistas ya advirtieron cuando se vieron obligados a mandar de regreso al futbolista a la Ciudad Condal para ponerse en manos de los galenos del Barcelona y dar un giro al tratamiento de lo que en principio se pensaba que únicamente era un simple esguince. Ese diagnóstico inicial ya lo echaron por tierra los médicos albiazules al mantener el jugador molestias en la zona después de más de un mes de baja, ya que las pruebas a las que fue sometido sirvieron para advertir la presencia de un edema óseo.

Con el nuevo tratamiento ya en marcha desde hace un par de semanas, el jugador ha experimentado una evolución notable en sus molestias y en los próximos días se someterá a una nueva revisión que determinará cuándo puede regresar a Vitoria, un retorno que el Alavés, según los informes transmitidos por el Barcelona, prevé que se produzca "a finales de la próxima semana" si nada se tuerce en el intervalo y si en las próximas pruebas se verifica su buena evolución.

Ya se han cumplido más de dos meses desde que el defensa sufriera una lesión de tobillo, que en principio se diagnosticó como un esguince. Ayala llegó a Vitoria a finales de agosto y se esperaba que en un par de semanas, como mucho, se integrase con normalidad al trabajo con el grupo, pero cuando comenzó a entrenarse las molestias no habían remitido. En ese momento se encendieron las alarmas, se le realizó en Vitoria una exploración minuciosa que determinó que el problema era mucho más grave de lo inicialmente previsto y se decidió que el central regresase a Barcelona para tratarse con los médicos blaugranas.

Tras su regreso a la Ciudad Condal hace tres semanas con los informes de los galenos alavesistas bajo el brazo, el jugador comenzó un nuevo tratamiento de recuperación para superar su afección en el tobillo. La recuperación marcha por buen camino y esa mejoría deberá constatarse en la revisión a la que el jugador se someterá esta misma semana.

La evolución desde su regreso a Barcelona ha sido muy buena y las pruebas a las que se someterá los próximos días para comprobar el estado del tobillo serán definitivas para poner fecha a su vuelta, aunque, eso sí, la misma no se producirá hasta que el jugador esté completamente restablecido de su dolencia ya que el Alavés no quiere repetir las mismas malas experiencias del pasado.

"Estoy mucho mejor y espero estar pronto por allí", indicaba el propio futbolista la semana pasada a través de su cuenta twitter, mientras que su representante, Javier Díaz Pons, señalaba ayer mismo que "ahora está bien y su vuelta está al caer", algo que el club espera para "finales de la próxima semana".