El consejo de administración del Nàstic de Tarragona acordó mantener la confianza en el entrenador del primer plantel, Kiko Ramírez pese a que los malos resultados le han colocado al borde de la destitución. La derrota frente a L'Hospitalet (3-2), que deja a los granates en la última plaza del Grupo III con un balance de tres empates y tres derrotas, parecía ser definitiva para la salida del técnico que, sin embargo, contará con una nueva oportunidad.
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