Vitoria. Conscientes de que su permanencia en la capital alavesa es poco menos que imposible, los numerosos futbolistas del Deportivo Alavés que acaban contrato ahora en junio -un total de 17- comienzan a sondear otras opciones de mercado que puedan resultar interesantes. Cuando se encuentra cerca de cumplirse un mes desde que finalizara la decepcionante andadura albiazul en Segunda B, y ante la inquietante falta de noticias por parte de un club que está llevando en un riguroso secreto todos sus movimientos, todos ya dan por hecho que deberán buscar acomodo en otros lugares. Uno de ellos es Carlos Indiano, que conoce el interés de un rival directo de los vitorianos por reclutarle si, como así parece, no cuaja la opción de continuar en Mendizorroza.
Se trata del Logronés, donde la marcha de otro exalavesista como Nacho ha abierto un boquete en el centro del campo. El club riojano ha puesto sus miras en el centrocampista madrileño, que ha adolecido de continuidad durante sus dos campañas en Vitoria pese a dejar detalles de su calidad en varios partidos puntuales. El caso de Indiano es uno más dentro de un plantel donde sus principales cabezas visibles no han resuelto su continuidad. Las mayores dudas atañen a la inestable situación de Dani Barroso, el encargado de haber confeccionado un grupo de escaso empaque que se ha estrellado en el intento de sellar el ascenso. A medida que pasan las jornadas, el futuro del director deportivo nacido en Barakaldo se encuentra cada vez más en entredicho. José Carlos Granero, en cambio, tiene todas las papeletas para seguir en el banquillo pese a que el club mantiene todavía abierta la posibilidad de encontrar alguna alternativa más convincente.