Vitoria. Como si el prematuro final del ejercicio hubiera pillado al Deportivo Alavés por sorpresa, el club albiazul continúa sin tomar decisiones -o por lo menos sin hacerlas públicas- respecto a su futuro y a las personas sobre las que recaerá la misión de intentar llevar la nave por fin a buen puerto el próximo ejercicio. Esta indefinición no sólo está sembrando la inquietud entre los aficionados sino que también está afectando a otras cuestiones importantes. Por ejemplo, la confección de la plantilla para la próxima temporada.
Un buen ejemplo de ello es la situación de Alex Quintanilla. El joven zaguero, uno de los pocos integrantes del actual equipo que ha completado un curso más que aceptable haciéndose acreedor a una oferta de renovación, se encuentra en estos momentos a la espera de que la entidad del Paseo de Cervantes defina su organigrama para poder contar con un interlocutor con el que tratar de llegar a un acuerdo.
Así lo confirmó ayer mismo el propio representante del central. "Ahora mismo está todo muy parado. Es verdad que el Alavés nos trasladó en su momento su intención de seguir contando con Alex pero ahora mismo todavía no tiene decidido el proyecto del año que viene y todavía es muy pronto. Hay equipos que todavía están en competición y de momento habrá que esperar para saber dónde va a jugar el año que viene. Queda mucho por delante y no hay que tener prisa", argumentó.
En cualquier caso, existen pequeños indicios que pueden invitar al optimismo respecto a la posible continuidad de Txirri en Mendizorroza. Y es que el futbolista proveniente de la cantera del Athletic -que el próximo ejercicio todavía dispondrá de una ficha sub' 23 con los pluses que ello comporta en la Segunda División B- no está dispuesto a subir de categoría a cualquier precio. Es consciente de que su actuación no ha pasado desapercibida y de que ha despertado el interés de clubes que compiten actualmente en divisiones superiores, pero también de que el Alavés es un proyecto serio y solvente. "Él está muy a gusto en Vitoria, está en su casa y sabe que el Alavés es un club que no se merece jugar en Segunda B. Todo eso lo tendrá muy en cuenta a la hora de tomar una decisión", avanza su agente.