Vitoria. José Carlos Granero compartía ayer con la inmensa mayoría de los aficionados del Alavés la sensación de impotencia que arrojó lo visto sobre el césped de Mendizorroza. El técnico del conjunto albiazul no quiso poner paños calientes al pobre espectáculo ofrecido por su equipo ante una hinchada que confiaba en poder arrancar el nuevo año con la confirmación de los buenos propósitos con los que se despidió el pasado, tras esa terapeútica y valiosa victoria obtenida en Anduva ante el Mirandés. Sin embargo, la realidad se reveló ayer bien distinta. Y palabras como "impotencia", "disgusto" o "impotencia" se colaron en el discurso del preparador levantino con la misma crudeza con la que podían emplearlas los aficionados que abandonaron cabizbajos el estadio del Paseo de Cervantes.

"Estoy muy disgustado porque no hemos podido dar una alegría a nuestra gente", confesó Granero nada más ocupar su espacio en la sala de prensa de Mendizorroza. "Ha sido un partido complicado, pastoso, muy trabado y con poco fútbol. Pero sabíamos que podía ser así y no hemos sido capaces de saber cómo jugarlo", añadió el técnico valenciano, que tardó algo más de lo normal en comparecer ante los medios porque mantuvo una charla con Josean Querejeta y Dani Barroso nada más concluir el encuentro.

"Estaba muy claro que el equipo que se equivocara iba a perder el partido", explicó Granero. "Así se lo he transmitido a mis jugadores en el descanso". Al parecer, su charla del intermedio caló poco. Un error garrafal de Dani López propició el tanto de la Gimnástica y puso aún más complicado un partido que sólo se logró salvar gracias a una reacción postrera en los últimos minutos. "Ha sido más con corazón que con cabeza. Se ha evitado la derrota, pero no es suficiente para lo que yo quiero", se sinceró el entrenador.

Granero, al igual que las instancias superiores de la entidad albiazul, andan preocupados por los sinsabores que padecen los socios y demás fieles albiazules que acuden cada quince días a Mendizorroza. Al Alavés, y no es algo nuevo de este temporada, le pesa mucho el hecho de jugar en casa. "Habría preferido empatar en Miranda y haberle dado hoy una alegría a nuestra afición", aseveró.

El entrenador del conjunto albiazul se mostró insatisfecho con el punto obtenido. Bien sabe Granero que el ritmo al que se maneja actualmente su equipo no bastará para garantizarle una plaza que permita disputar el play off, el mínimo exigible para un equipo que estrenó la temporada hablando de ascenso. "No hemos sabido jugar este partido. Está claro que el empate es un mal menor, pero a mí no me llena", añadió Granero, que quiso mandar un guiño a uno de los fichajes invernales, un Rubén Palazuelos que colmó sus expectativas: "Es el único que ha entendido lo que había que hacer", concluyó.