Vitoria. "Se parece un poco al primer día de clase. Hay que estar muy atento porque son conceptos nuevos y hay que intentar cogerlos lo más rápido posible porque ya estamos dentro de la temporada y el domingo tenemos un partido con tres puntos en juego". De esta manera explicaba el capitán, Geni, cómo había sido el primer entrenamiento a las órdenes de José Carlos Granero, un técnico que quiso trasladar a su plantilla "tranquilidad" en sus primeras palabras para intentar llevar el relevo en el banquillo de la mejor manera posible y enderezar de esta forma el rumbo errático del equipo.

En su primera sesión de trabajo, el nuevo preparador albiazul trató de transmitir sus ideas básicas al equipo, unos jugadores que ya han notado el cambio de maestrillo y de librillo: "Son dos estilos distintos y cada uno tiene su forma de actuar, pero nos ha dicho que va a intentar que sea todo fácil para que estemos a gusto con él y nos pueda transmitir sus ideas de la forma más sencilla posible para que las podamos coger en tres o cuatro días. Hay que empezar por el principio e intentar corregir los errores que nos están costando puntos y, a partir de esa seguridad y esa confianza, ir ganando partidos".

No se ha escapado la plantilla de las críticas y el propio capitán no es de los que ponen paños calientes cuando vienen mal dadas. Geni tiene claro que, pese a que la cabeza que ha rodado es la del entrenador, son los futbolistas los que se expresan sobre el campo y los principales responsables de que, hasta la fecha, el equipo no haya respondido a las expectativas que había generado antes del arranque del curso.

"No hay que engañar a nadie. Tenemos que asumir nuestro grado de culpa y espero que todos los compañeros hagamos examen de conciencia y sirva para que entre todos mejoremos. Todos somos mayorcitos para saber que no lo estamos haciendo bien y no hace falta que bajen a decírnoslo. Somos conscientes de ellos todos y tenemos que apretar para sacar esto adelante. El domingo y el lunes han sido días duros porque las despedidas no son felices, pero solo podemos pensar en levantarnos porque el domingo hay partido", concluyó.