Vitoria. Las peores previsiones se confirmaron ayer. Pablo Gallardo no llegará a tiempo al inicio de Liga. Las pruebas a las que fue sometido encontraron una pequeña microrrotura de fibras en el tercio proximal del recto anterior de la pierna izquierda.

Pese a que el defensa y el club albergaban alguna posibilidad de que el músculo no estuviese roto y poder acortar así los plazos de recuperación, finalmente no será así y el central andaluz deberá permanecer entre dos y tres semanas en el dique seco, por lo que no jugará en Pamplona el 21 de agosto y probablemente tampoco en Mendizorroza el 28 ante la Real B si se cumplen las previsiones.

En el club lamentan este "primer contratiempo importante", tal y como ayer reconoció Barroso. El secretario técnico desveló que el central estaba "con unas ganas tremendas", pero ahora tras este golpe de mala suerte pide pasar página cuanto antes. "Son cosas que pasan en pretemporada. Ha pasado y hay que olvidarse". El director deportivo asume que tras la baja de un jugador que parecía llamado a ser titular en el eje de la zaga junto a Prieto ahora habrá que dar "la alternativa a cualquier otro" y confía en que, sea quien sea su recambio, el Alavés sacará seguro "un once competitivo".