Vitoria. Ruptura total. Caminos separados. Ese es el contundente mensaje que, a media tarde de ayer, lanzó Saski Baskonia. Manteniendo su habitual protocolo de comunicados, la entidad que preside Josean Querejeta emitió uno más en el que anuncia oficialmente su "renuncia a entrar en el accionariado del Deportivo Alavés después de fracasar el último intento para desbloquear la negativa de la Caja Vital para conceder el crédito de dos millones de euros".

¿Será éste el último capítulo de la historia de amor-odio que han protagonizado en los últimos meses el grupo inversor que lidera el presidente baskonista y El Glorioso? Pues pese a la rotundidad del anuncio de ayer, todo invita a pensar que no. Se trata más bien del enésimo puñetazo sobre la mesa, probablemente esta vez sí del último órdago para tratar de que se cumplan todas las condiciones que este colectivo planteó para llevar a cabo su desembarco en las oficinas del Paseo de Cervantes y afrontar el desafío de reflotar la maltrecha economía albiazul.

No se debe minimizar en cualquier caso el alcance de la decisión tomada por el Baskonia. La cuerda de la negociación se ha ido tensando de manera extrema a lo largo de las últimas semanas sin alcanzar el ansiado punto de encuentro y en estos momentos se halla al borde de la ruptura definitiva. De hecho, con su comunicado de ayer, la entidad de Zurbano coloca toda la pelota de la presión sobre el tejado de sus vecinos de la Caja Vital.

Y es que la insistente negativa de la entidad financiera a conceder el crédito de dos millones de euros es el argumento principal sobre el que se sustenta la retirada del escenario de Querejeta. Según explica en la nota, tras fracasar todos los intentos por convencer a la caja de que aceptara otorgar el préstamo con el acompañamiento institucional como garantía, el grupo inversor se comprometió -en la reunión del pasado viernes- a avalar con su patrimonio personal la mitad de la cantidad solicitada -un millón de euros- "con el fin de facilitar la operación". Algo que tampoco surtió efecto puesto que a juicio de la entidad que preside Carlos Zapatero dicha propuesta continúa sin ser "suficiente" y considera "indispensable" la prestación de una serie de garantías -la única rebaja en sus planteamientos que ofreció fue reducir la cuantía de los avales personales hasta 1,8 millones- que en opinión de Saski Baskonia son "de todo punto inadmisibles".

Desilusión Encallada la negociación en este aparente callejón sin salida, el grupo inversor considera que faltan por concretar "aspectos fundamentales" de los cuatro puntos "de obligado cumplimiento" -capitalización, acuerdo con los actuales administradores del club para el traspaso de poderes, convenio institucional y el crédito de la Caja Vital- para la consecución del plan de viabilidad. Por ello, asegura que las ilusiones con las que inició este proyecto "se han quedado en el camino" y se despide deseando "lo mejor para el Deportivo Alavés y que un nuevo proyecto devuelva la ilusión al alavesismo". Por último, lanza un último dardo a su partenaire en las negociaciones al asegurar que "siempre hemos estado dispuestos al diálogo para buscar el mayor consenso posible, sabedores de que nuestra aportación de 2,5 millones de euros es a todas luces insuficiente para conducir al Deportivo Alavés por la senda correcta, tal y como se desprende del análisis de los números del club, con un pasivo de 15 millones de euros".

El contundente comunicado baskonista generó, como no podía ser de otra manera, un torrente de reacciones. Entre ellas, la de la Diputación, principal urdidor del acuerdo institucional que debía culminar con la llegada de Querejeta a Mendizorroza. El Ejecutivo foral recuerda que a lo largo de los últimos meses se ha "comprometido" con un plan de acompañamiento institucional y ha ido "planteando diferentes alternativas para superar otras dificultades y garantizar ante la Caja Vital la operación crediticia planteada por el grupo inversor". Por todo ello, lamenta "profundamente" que el proceso de capitalización no haya culminado positivamente y muestra su "decepción ante el hecho de que sus esfuerzos -destaca que ha sido la institución que más ha aportado al futuro del Deportivo Alavés para evitar su desaparición-no se hayan visto correspondidos".

En cualquier caso, los rectores del Palacio de la Provincia no quieren dar por cerrado definitivamente el proceso negociador y mantienen la esperanza de que se pueda reconducir la delicada situación actual. En este sentido, hacen un llamamiento final "a las otras partes implicadas" para que realicen "un último esfuerzo" que permita la ansiada capitalización del Glorioso.