uNA cantera para sentirse orgulloso. Históricamente la Real Sociedad ha sido un club que ha trabajado muy bien el fútbol base, pero la explosión de los últimos años, con la mecha encendida por la grave crisis económica que le condujo a un proceso concursal, ha vuelto a poner a la factoría de Zubieta a la cabeza de la producción de talentos del fútbol mundial. No hace tanto tiempo el conjunto txuri urdin atravesaba sus peores momentos, pero ahora todo vuelven a ser vino y rosas en una Real Sociedad que disfruta con los jóvenes talentos salidos de la cantera mientras que mima a la siguiente generación, la que ahora se encuentra en el filial. Un grupo, el de Meho Kodro, llamado a marcar los próximos años futbolísticos en Donostia gracias a su desmesurado talento, muy superior al que se puede ver de manera habitual en los campos de Segunda División B.

Zubikarai, Mikel González, Labaka, Carlos Martínez, Ansotegi, Elustondo, Aranburu, Estrada, Markel Bergara, Zurutuza, Xabi Prieto, Griezmann, Agirretxe y Joseba Llorente. Hasta catorce se eleva la cifra de jugadores salidos de Zubieta que se encuentran en estos momentos a las órdenes del técnico uruguayo Martín Lasarte, que no ha dudado a la hora de apostar por los más jóvenes. La lista de nombres en Primera es mucho más amplia y en ella destaca por encima de todos el nombre de un Xabi Alonso que ahora es el sostén del Real Madrid, aunque tampoco en el Athletic existen dudas acerca del trabajo de cantera donostiarra, como bien demuestra la presencia de cuatro futbolistas formados en Zubieta (Balenziaga, Gabilondo, Xabi Castillo y Díaz de Cerio) a las órdenes de Caparrós.

Todos estos nombres, estrellas del presente, tienen su relevo ya asegurado desde una cantera realista que evidencia que el club donostiarra atraviesa por un momento dulce. El ascenso a Segunda División B la pasada temporada fue el primer paso para los jóvenes entrenados por Meho Kodro.

Asier Illarramendi, habitual en los entrenamientos del primer equipo, destaca por encima del resto, pero el futuro de los Toño Ramírez, Cadamuro, Ros, los hermanos Eizmendi u Orbegozo es esplendoroso. Más aún teniendo en cuenta la apuesta realista por Zubieta. Y la historia no termina ahí porque los juveniles también llegan pegando fuerte.