aguilar de campoo. Aunque su peculiar nombre podría dar lugar fácilmente a interpretaciones maliciosas, lo cierto es que el Torneo de la Galleta que ayer disputaron Deportivo Alavés y Numancia es una cita de importante tradición y con una gran solera ganada merecidamente durante los muchos años que sirvió para que recalaran en la localidad palentina de Aguilar de Campoo algunos de los conjuntos más representativos del balompié español. Sin embargo, hacía tres décadas que había desaparecido del calendario veraniego hasta que ayer volvió a ver la luz.
Un renacimiento que, no obstante, no ha resultado en absoluto sencillo para los organizadores y menos aún teniendo en cuenta el contexto de crisis generalizada que atenaza todos los ámbitos de la sociedad. "Por fin será una realidad, después de varios años intentándolo al fin contamos con nuestro torneo, que vivirá la XVI edición. Hay que tener en cuenta que hablamos de una prueba de gran prestigio que logró reunir en la Ciudad Deportiva a cerca de 8.000 personas", explicaba el concejal de Deportes, Aurelio Tejedor, pocos días antes de la disputa del choque. Este torneo, que fue emblemático a nivel nacional durante las décadas de los años 70 y 80 y consiguió reunir a conjuntos tan carismáticos como el Racing de Santander, el Burgos, el Palencia, la Cultura Leonesa, el Real Valladolid, el Sestao y el Barakaldo, entre otros, ha tenido que recorrer un complicado camino hasta poder volver a convertirse en una realidad. Y es que el pasado año el Ayuntamiento ya tenía cerrada la participación del Real Valladolid y del Rayo Vallecano, pero finalmente no se pudo realizar el evento.
El emblema de la ciudad Con su puesta de largo de ayer, Aguilar de Campoo recuperó uno de los emblemas de la ciudad y que, junto a la actividad industrial que da nombre al torneo, la ha hecho conocida fuera de sus fronteras. Y es que, pese a que la presencia de fábricas galleteras en la localidad palentina ha menguado en los últimos años hasta quedarse reducida a las dos firmas que en estos momentos todavía mantienen su actividad, lo cierto es que aún sigue siendo el principal motor de un municipio que ha puesto todo su empeño en reverdecer viejos laureles en el apartado futbolístico. Mientras el equipo local disputará la próxima Liga de Tercera División, el aperitivo ofrecido ayer por Alavés y Numancia servirá para que la afición local coja reservas hasta dentro de un año.