Vitoria. Las medias tintas y las palabras políticamente correctas que en las últimas semanas habían caracterizado la complicada relación entre los dirigentes del Alavés y los máximos mandatarios de la Diputación Foral de Álava han dejado paso en los últimos días a la escenificación, ya sin ningún tipo de ambages, de una guerra abierta en la que el principal damnificado puede ser el club vitoriano, necesitado ahora más que nunca del apoyo de la institución foral para hacer frente al enorme agujero económico que presentan sus arcas.
El fondo de la cuestión continúa siendo la exigencia por parte de la Diputación de que la capitalización del club alcance los 3,2 millones de euros que se marcaron en un plan de viabilidad que desde el Palacio de la Provincia se entiende de obligado cumplimiento para, a partir de ahí, recuperar el convenio entre las dos entidades y sellar definitivamente la compra de los terrenos de Izarra, con la que el Alavés se quitaría de encima la mitad de la deuda concursal que tiene todavía pendiente de pago.
En la jornada de ayer, en una entrevista en Radio Vitoria, el máximo responsable foral, el diputado general Xabier Agirre, fue el encargado de demostrar la falta de sintonía existente en estos momentos entre las dos partes. "Al Deportivo Alavés le faltan dirigentes responsables", espetó tajante para referirse a la andadura del conjunto albiazul a lo largo de los últimos años ya fuera bajo el mando de Dmitry Piterman, el de Fernando Ortiz de Zárate, del que criticó su "falta de transparencia", o el que en estos momentos ejerce Alfredo Ruiz de Gauna, para quien también tuvo palabras altisonantes.
"Tengo la sensación de que Ruiz de Gauna nos ha pretendido engañar con algunas cosas. Primero dijo que la ampliación de capital estaba completa y luego se ha visto que no era así y también prometió un préstamo que no existe. Te quedas perplejo con estas cosas", aseguró el diputado general.
Asimismo, Agirre señaló que el Alavés "necesita personas un poco más serias que las que estamos encontrando" e instó a los actuales rectores albiazules a actuar con "claridad absoluta" en sus relaciones con la Diputación y a ser también transparentes de cara a unos aficionados que no saben a qué atenerse en estos momentos.
Por la tarde, y a través de un comunicado oficial, Alfredo Ruiz de Gauna prefirió no entrar en polémicas, aunque quiso dejar claro que dichos ataques no son buenos para el futuro de la entidad. "Prefiero centrarme en trabajar por el bien de este club y su afición. Tenemos en marcha un proyecto serio, profesional y competitivo. Entiendo que este tipo de declaraciones se apartan totalmente de la forma de entender y gestionar el Alavés que ha emprendido este consejo de administración", replicó el presidente, quien, una vez más, recalcó que "no existe motivo para la incertidumbre y la desconfianza en el futuro del club", además de reclamar a las instituciones "un apoyo firme y que se unan al esfuerzo que desde dentro estamos haciendo".
En cuanto a la insistencia por parte de la Diputación de acometer una nueva ampliación de capital, el máximo mandatario albiazul asegura que "si es necesaria se abrirá", pero también explica que el club va a cumplir "con los plazos legales marcados una vez que el Registro cierre el proceso a lo largo del mes de julio". Además, refiriéndose a la posibilidad que exige el ente foral de realizar una nueva ampliación, Ruiz de Gauna quiso recordar que la anterior operación no tuvo éxito.
"La realidad nos dice que no se ha llegado a cubrir el capital necesario. Nuestra línea de actuación sigue encaminada a conseguir por todas las vías este capital adicional, incluso no siendo coherentes con nuestro plan de viabilidad inicial", aseguró en un escrito en el que remarca que se ha puesto en marcha una política de reducción de gastos y se desarrollan nuevas iniciativas de captación monetaria.