Vitoria. El Deportivo Alavés ha rubricado la sentencia que le obligará a seguir sufriendo hasta el final de la temporada. Ni siquiera cuando la tensión aconseja un ejercicio de tranquilidad es capaz este Glorioso de olvidarse de su arriesgada vida en el filo de una navaja que, de nuevo, puede cortarle sus sueños de un tajo. Especialista en convertir lo imposible en realidad, el cuadro albiazul pintó negras nubes en el fondo de un lienzo que se vislumbraba luminoso. No es éste un equipo que guste de fáciles autopistas; prefiere los caminos espinosos y tortuosos. Queda ahora abocado a la vía del sufrimiento.
Sangre y sudor, cabe esperar que lágrimas no, quedan todavía por derramar para decir, por fin, que el Alavés va a estar presente en el play off de ascenso y la principal responsabilidad hay que achacársela a un equipo que, en los momentos decisivos, ha mostrado una preocupante inoperancia. Ni siquiera cuando todo parece resuelto es capaz este equipo de atar todos los cabos y no dejar nada a la improvisación. Una vez más, ayer lo acabó pagando al perder dos goles de ventaja y dos nuevos puntos que le impiden dejar sellada su presencia en las eliminatorias de ascenso y, de paso, también le complican mucho su opción de acabar segundo.
En el que parecía que iba a ser uno de los partidos más plácidos de la temporada, con dos goles de Geni que se materializaban en tranquilidad cuando el cronómetro marcaba el minuto 62 y delante había un equipo tan atrevido como inocente, se convirtió en tragedia en un abrir y cerrar de ojos. Mientras que el Alavés creía levitar, el Montañeros le puso de nuevo los pies en el suelo con dos bofetones de realidad que sacaron a los albiazules de un sueño para volver a ponerles a las puertas del infierno de las pesadillas.
Tras una salida en la que el cuadro gallego enseñó los dientes echando mano de su mesura a la hora de manejar el balón, buscando siempre la mejor opción aunque sin acierto en los metros finales, el Alavés comenzó pronto a indagar en los muchos puntos flacos que presentaba la zaga coruñesa, fácilmente franqueable a poco que el balón se moviese con velocidad.
Una tras otra llegaron las oportunidades alavesistas hasta que en una excelente combinación Óscar Rico sirvió una gran asistencia desde la izquierda para que Geni ejerciese de habilidoso nueve. Ese gol en el minuto 32 dio paso al mejor cuarto de hora de juego albiazul en lo que va de temporada, con constantes llegadas peligrosas que no acabaron en gol por verdadera mala suerte.
segundo y remontada Henchido por su demostración en el tramo final de la primera parte, en el regreso de los vestuarios los pupilos de Iñaki Ocenda exploraron todas las vías para rubricar cuanto antes una victoria que, resultados en mano, era de vital importancia para dejar casi sellado el play off y seguir optando a la segunda plaza. Esa búsqueda dio sus réditos cuando de nuevo Geni, al aprovechar un rechace tras una ocasión que él mismo había generado, consiguió su segundo gol de la tarde con un extraño remate de cabeza.
Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y el Alavés volvió a dejar constancia de su humanidad. Una vez más, los albiazules se olvidaron de cerrar el partido y, muy al contrario, su carrusel de desaciertos lo condujo hacia un desaconsejable correcalles en el que el peligro iba de un área a otra.
Apenas un minuto después del segundo de Geni, Rubén Pardo instauró el miedo en Mendizorroza y Rubén Rivera, en el 78, consumó la tragedia. Se despertó a sopapos a un Alavés que ya rumiaba en la almohada su victoria sin siquiera haberla asegurado. Y lo peor es que no es la primera vez que algo así ocurre. Tiró de corneta el cuadro vitoriano en los minutos finales, pero en vano. Habrá que sufrir. Habrá que padecer. Una vez más, el Alavés toma la vía del sufrimiento.
Goles: 1-0, minuto 32: Geni. Tras una buena jugada trenzada, Óscar Rico sirve un preciso centro al área desde la izquierda y Geni, adelantándose a portero y defensa, remata con precisión al fondo de la red en el primer palo. 2-0, minuto 62: Geni. El delantero asturiano recibe el rechace de un disparo que él mismo había realizado y consigue marcar con un extraño remate de cabeza que supera por alto al meta rival y entra tras pegar en el palo. 2-1, minuto 63: Rubén Pardo. Gran jugada combinativa del Montañeros en la que Rubén Pardo aprovecha un resbalón de Montero para marcar con comodidad. 2-2, minuto 78: Rubén Rivera. Mala salida de Montero en un córner y el rechace le cae en el segundo palo a Rivera, que engancha un tremendo remate alto que ningún defensa puede sacar.
Tarjetas: Vallejo Aznar (colegio aragonés). Amonestó a Capi (minuto 10), Carrión (minuto 33), Pablo López (minuto 73), Geni (minuto 81) e Igor (minuto 87).