Vitoria. Al margen de las negociaciones en los despachos para tratar de desvelar cuál será la nueva composición del accionariado del club y, en consecuencia, su reparto de poder, el Alavés mantiene otro asunto importante sobre la mesa. Y es que la entidad vitoriana continúa sin resolver definitivamente la desvinculación de su anterior entrenador. Javier Pereira aún no ha pactado su finiquito y, mientras esto no suceda, su sustituto -Iñaki Ocenda- no podrá sentarse oficialmente en el banquillo como entrenador.

Desde las oficinas del Paseo de Cervantes han tratado sin éxito durante los últimos días ponerse en contacto con el preparador extremeño para tratar de encontrar una salida amistosa al conflicto pero, hasta el momento, lo más que han conseguido es toparse con el silencio al otro lado del auricular.

Porque Pereira no ha atendido las múltiples llamadas que se le han realizado y, de momento, se mantiene la fecha de mañana jueves como el día en el que, como muy tarde, habrá un contacto. Es en esa jornada cuando está fijado un acto de conciliación en Madrid para intentar poner de acuerdo a las partes evitando llegar al juicio.

La intención del Alavés era incluso evitar ese paso y cerrar un acuerdo antes. Algo que seguirá intentando durante el día de hoy miércoles. Un pacto que, no obstante, no será sencillo puesto que Pereira reclama cobrar la integridad del sueldo que le correspondería por la presente temporada y la siguiente, que era el periodo de vinculación con el club que recogía su contrato. Considerando la precariedad máxima de las arcas albiazules, este desembolso obligaría a un esfuerzo supremo.

En cualquier caso, el conjunto vitoriano tampoco se puede permitir que transcurra el tiempo sin una solución puesto que, a partir de este mismo fin de semana, cada jornada que afronte un encuentro de Liga sin poder presentar la ficha de entrenador será castigado con una fuerte multa.